Aguanta exactamente 13 minutos y 48 segundos en solicitar un par de cojines que le sostengan la espalda. "Ahora ya sí; así estoy un poco mejor", le comenta a Belén, su directora de Comunicación. Trae a Córdoba, su casa, a poco más de 70 kilómetros donde nació en Cabra, una agenda de vicepresidenta primera del Gobierno de España. Varias veces en la entrevista se dobla por el dolor que arrastra por un herpes zóster desde hace días. Sigue adelante hasta la última pregunta.

-Vicepresidenta, ¿ve necesario adelantar las primarias para elegir al candidato de su partido a la presidencia de la Junta de Andalucía?

-Vamos a ver, no sabemos cuándo el presidente de la Junta puede convocar unas elecciones, esa es su competencia y así funcionan las democracias, y por lo tanto eso no está en nuestras manos. Eso tiene ahora mismo una enorme responsabilidad en nuestros hombros para un territorio como es Andalucía y eso significa que hay que estar preparados. Primero, por los problemas que Andalucía tiene, incluidos los errores que nosotros mismos hayamos cometido, y para saber ahora alinear Andalucía con lo que le va a llegar de Europa a partir de la aprobación definitiva de los planes de recuperación, alinearnos con el Gobierno de España y con Europa para coger otros caminos: de sostenibilidad climática, de cerrar brechas digitales... Todas esas políticas que no son dejarse caer por la pendiente de lo de toda la vida, sino de ser capaces de emprender cosas, van a requerir en Andalucía de trazarle algunos cambios de rumbo para un futuro. ¿Qué tiene que hacer un partido como el mío? Ideas, programa, objetivos, capacidad de dirigirnos a la Andalucía más progresista, y la persona adecuada. Por responsabilidad tenemos que estar preparados cuanto antes mejor. Aquí se están haciendo políticas de inercia, aquello de lesse fair lesse passer, y aquí hay que empezar a tomar decisiones. Detrás de estas tempestades llegan calmas muy constructivas. Hay que tener liderazgos valientes pero prudentes, arriesgados pero seguros de adónde vas a dirigir a la sociedad. Eso lo ha hecho mi partido muchas veces. Lo hicimos en la época de Felipe González y con Zapatero, y lo está haciendo el presidente Sánchez que se va a fajar con toda la transformación estructural de España. Porque la pandemia, que es un horror, nos ha traído 140.000 millones. Piense usted que en la última crisis los fondos que se repartieron fueron 8.000 y nos pareció que era increíble, hay que agarrarse a esas alas para volar como sea, y Andalucía es importantísima. ¿Cómo no vamos a estar preparados para eso? ¿A qué vamos a estar esperando? ¿A que lo haga otro? Hace falta gente valiente, capaz de mirar por encima de sus egoísmos personales y mirar para adelante.

-"Seremos respetuosos con los movimientos que las bases quieran hacer"

-¿Es Juan Espadas el candidato que tiene más respaldo en Ferraz?

-La ejecutiva Federal de mi partido tiene que ser muy respetuosa con las federaciones. En cualquier manera en la que podamos usar el término respeto, también en que haya militantes como Juan Espadas que se quieran mover. Nosotros cumplimos nuestras normas, aquí no estamos gobernando, por lo tanto pueden haber primarias. Juan Espadas es el alcalde de la capital de Andalucía, de Sevilla. Juan Espadas es un hombre probado en la gestión. Alcalde que se ha hecho con una capital en una ciudad tan importante como Sevilla, en unos tiempos difíciles. Un político que no tiene que demostrar. Nosotros tenemos que ser, como es lógico, cumplidores de las normas, respetuosos con los movimientos que las bases, los militantes, las agrupaciones quieran hacer. ¿Qué es lo que estamos viendo? Pues que aquí tiene que haber primarias. Y que hay una compañera y un compañero que quieren competir. En este partido hay una cosa que otros partidos no hacen y que nosotros también lo trajimos para innovar la política, con gran dolor por cierto, pero innovamos de verdad, porque en las primarias del Partido Popular terminó siendo líder el que no las había ganado, qué curioso. En mi partido, a pulmón, fue líder el que las ganó. Somos gente seria, perfectos no, pero serios sí. ¿Qué va a ocurrir? Pues que mi partido cumpliendo las normas, y nosotros respetuosos, va a hacer aquí unas primarias y se va a intentar ver que la organización saque lo mejor de sí misma, que son ideas y objetivos para Andalucía, y segundo, que la persona que lidere todo esto tiene a la Federación más importante del PSOE español detrás para tener cuando llegue su momento la posibilidad de gobernar Andalucía.

"Hay que proteger la convivencia sin radicalismos, que la están poniendo en crisis"

-¿Qué futuro político le augura a Susana Díaz y cómo ve la situación que hay generada en Córdoba?

-Susana Díaz es, primero, una secretaria general de una federación importante para el partido, de siempre, que es la de mi federación, y que ganó las elecciones. Es verdad que no hemos podido gobernar y que la política española, como bien sabe usted, por la diversidad de situaciones por las que ha ido evolucionando no siempre gobierna quien gana las elecciones, pero al final, el objetivo último de un partido es gobernar. Por lo menos en el mío. Mi partido no contempla moverse por la política. En el panorama español hay partidos que no quieren gobernar. Algunos se dedican a desestabilizar el sistema sin asumir responsabilidades, lo cual es muy irresponsable y peligroso. A otros, los resultados ni les va ni les viene mucho porque no van a gobernar nunca. Susana ganó las elecciones aunque perdimos el gobierno de la Junta. Susana siempre será una compañera que ha sido presidenta de la Junta, que es secretaria de esta federación y nosotros nos caracterizamos por ser un partido que siempre respalda a sus compañeros y sobre todo a sus compañeros más importantes. Estamos ahora en otro momento que es el de ver esas primarias, quiénes se van a presentar y, sobre todo, cómo le ofrecemos a los andaluces la idea de cómo va a ser un futuro que para Andalucía tiene que ser de cambio. Yo diría que son tres: los problemas de desequilibrio que tenemos con las zonas de despoblación y con los núcleos urbanos, y por tanto la calidad de la vida, de los derechos y de los servicios de los andaluces que se quedan en esos territorios. Un giro contra la brecha digital para incorporarnos a este mundo que ya está aquí y la pandemia lo ha acelerado todo, y seguir trabajando en los valores constitucionales que son proteger la convivencia sin radicalismos, que la están poniendo en crisis. Mire, la amenaza de muerte de tres personas dice mucho de lo que algunos están haciendo y jugando. Los discursos contra los menores no acompañados (durante la campaña del 4M en Madrid, por parte de Vox) son inaceptables, hay que seguir trabajando sobre los valores de la convivencia y en eso mi partido es profundamente progresista, democrático e interesado en trabajar en valores que no requieren dinero en inversión sino comportamiento y ahí también estamos preocupados.

-Ha pasado un mes desde la publicación del listado definitivo de los bienes inmatriculados por la Iglesia católica, ¿tiene constancia de que hayan empezado las reclamaciones?

-Yo quiero decir con esto tres cosas. Una, nosotros somos el Gobierno que ha cumplido con las obligaciones que Mariano Rajoy no cumplió de transparencia para decirle a todos los españoles el listado de bienes que la Iglesia católica ha inmatriculado al hilo del privilegio que le otorgó el gobierno de José María Aznar con la modificación que se hizo de la ley hipotecaria. La Iglesia católica ha inmatriculado en nuestra provincia 399 bienes, todos por esta vía salvo siete. Es verdad que la Iglesia católica eso lo ha hecho al amparo de una ley, por lo tanto lo ha hecho de manera legal; se puede discutir esa legalidad, incluso la constitucionalidad de esa legalidad, pero lo ha hecho al amparo de la legalidad. Yo alcancé un acuerdo con el presidente de la Conferencia Episcopal, con monseñor Omella, para que ellos supieran que nosotros queríamos cumplir esa transparencia del listado completo. Segundo, estamos hablando con la Conferencia Episcopal para que, de alguna manera, todos estos bienes, que muchos van a ser pleiteados y muchos revisados motu propio por la propia Iglesia católica, no deban estar inmatriculados a la titularidad de ellos. Son conscientes, a mí esto me lo dice monseñor Omella, y ellos son conscientes de que todo lo que no esté afecto al culto o a fin educativo seguramente habrá que revisar. Segundo, va a haber instituciones y particulares que se van a ir a los tribunales, yo ahí no entro porque es la justicia en nuestro país la que tiene que entrar a funcionar. Pero a mí sí que me gustaría que todos estos bienes, que muchos de ellos se han ido acumulando a lo largo de los años con el esfuerzo de los ciudadanos, con donaciones a lo largo de los siglos (...), tuvieran un régimen jurídico los que finalmente queden como titularidad de la Iglesia católica que los protegiera como bienes inalienables. Por lo tanto, los que finalmente queden para la Iglesia católica que tengamos también el resto, la ciudadanía de este país, que van a estar para fines públicos también, o culto o educación o de patrimonio histórico o de cultura. Hay buena disposición tanto de la Conferencia Episcopal como de nosotros. Y luego yo he hablado claramente con monseñor Omella, que es una persona a la que respeto bastante en lo que lo he ido conociendo, y le he dicho que hay un bien singular, la Mezquita-Catedral. No hay nada que se le parezca en el patrimonio histórico español y europeo, esto nadie lo puede negar, y que a mí me gustaría que este bien, independientemente de la reivindicación jurídica que pueda tener, tiene que tener algún tipo de participación de todos, del Ayuntamiento, de la Junta que tiene las competencias en protección del patrimonio histórico, del Ministerio de Cultura, que hemos invertido ahí yo como ministra de Cultura y como consejera dinero público, alguna fórmula de participación de todos de manera que, por supuesto siempre esté garantizada su protección, su futuro, su uso, y que en ese sentido pudiera tener también un régimen singular y estamos también trabajando en eso. Hay un equipo que está trabajando de especialistas de vicepresidencia y de la Conferencia Episcopal y creo que vamos a ir encontrando caminos.

"El Gobierno busca que la redistribución de la nueva PAC esté mucho más equilibrada"

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-Como cordobesa, ¿si el PSOE estuviera en la oposición aceptaría un reparto de la PAC como el que se está planteando?

-Vamos a ver, la PAC no va a llegar hasta el año 23. Lo primero que ha hecho el Gobierno y el ministro Planas ha sido muy importante: salvar el año 21 y el año 22. A finales de mayo tendrán la sectorial, para la que están preparando reuniones bilaterales con todos los gobiernos autonómicos, con todos los sectores agrícolas y ganaderos, para encontrar un acuerdo común, una fórmula que les permita equilibrar los intereses y posiciones. ¿Qué es lo que está buscando el Gobierno en esta PAC? Intentar que dos explotaciones, dos agricultores que tienen que hacer las mismas cosas, que están buscando los mismos objetivos en sus negocios agrarios, tengan el mismo tipo de ayuda. Que nos dirijamos a todas esas explotaciones familiares y a toda esa clase media que tiene explotaciones mucho más pequeñas y que reciban también ayudas justas. Que la redistribución de la nueva PAC esté mucho más equilibrada.