El excomisario José Villarejo asegura que su conversación con el empresario al que dijo que el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato le reconoció que "había trincado sobres" en su etapa en el PP fue manipulada, y lamenta el perjuicio que esas palabras pudieron causar al exministro.

Según han informado a Efe fuentes jurídicas, la defensa de Villarejo ha presentado un escrito en tales términos durante el acto de conciliación, que se ha celebrado este martes en un juzgado de Móstoles (Madrid), con lo que evita que se formalice la demanda por injurias y calumnias anunciada por Rato.

A comienzos de año, el exministro interpuso un acto de conciliación en el que instaba a Villarejo a desdecirse de las afirmaciones que le hizo a un empresario, en las que aseguraba que el exvicepresidente del Gobierno le reconoció que había "trincado sobres" y que delante de él "iba Rajoy con otro sobre".

El que fuera director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) calificó de "auténtica falacia" esas manifestaciones, que forman parte de una conversación entre Villarejo y Adrián de la Joya, y que aparecen transcritas en el sumario del caso Kitchen sobre el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas.

Ahora el excomisario reconoce el contenido de la charla, pero insiste en que, tal y como ha denunciado en ocasiones anteriores, sus comunicaciones privadas fueron intervenidas por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), y posteriormente manipuladas y filtradas.

En virtud de las mismas fuentes, el escrito de Villarejo subraya que las conversaciones se pasaron a los medios de comunicación una vez que ya habían sido alteradas.

De ahí que no dé credibilidad al contenido, difundido -sostiene- con el propósito de aniquilarle (a él) civil, profesional y personalmente.

Tanto es así que el excomisario lamenta que se le haya denegado el peritaje de la grabación, e incide en que dada la gravedad de los hechos, debería perseguirse penalmente la filtración de los audios alterados.

Reuniones con Rato "a requerimiento" del Gobierno

En el documento, Villarejo expone que mantuvo diversos encuentros con Rato, a requerimiento de la Presidencia del Gobierno, en su condición de agente de inteligencia, con el fin último de prestarle apoyo "de toda índole e incluso jurídica" como colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.

Tales reuniones, prosigue, se celebraron en el lugar designado por el exministro, quien consideraba al excomisario un mero mandatario. No obstante, niega haber recibido remuneración alguna por esos servicios, ni oficial ni de Rato.

El pasado 25 de marzo, Rato declaró como testigo en el juicio sobre la "caja b" del PP y el presunto pago en negro de parte de la reforma de la sede del partido en la calle Génova. Allí rechazó haber recibido sobresueldo alguno, y defendió que sus pagos "venían por la Tesorería de Hacienda que pagaba al Gobierno, y anteriormente por el Grupo Parlamentario Popular".

Rato se encuentra actualmente en libertad condicional tras cumplir condena en la cárcel madrileña de Soto del Real por el caso de las tarjetas "black" de Caja Madrid.

Por su parte, Villarejo fue puesto en libertad el pasado marzo ante la imposibilidad de poder juzgarle antes de noviembre - cuando cumplía el límite máximo de cuatro años desde que se decretó su prisión preventiva- por las primeras piezas del caso sobre sus negocios pendientes de juicio oral.