Reparar los elementos necesarios para “mantener la integridad del edificio y su finca”, atajar la “mala situación de la instalación eléctrica” e implantar sistemas electrónicos y un servicio de vigilancia para actualizar y reforzar la seguridad centran las primeras obras que se acometerán en el pazo de Meirás. Los trabajos declarados de emergencia por el Gobierno central tendrán un coste estimado de 398.000 euros y con ellos se pretende garantizar la conservación de As Torres, una vez que “se ha considerado y acreditado que existe una situación de grave peligro para la seguridad y conservación del patrimonio cultural y, en determinados casos, para los trabajadores y personas que puedan acceder al inmueble, si no se adoptan una serie de actuaciones inmediatas”, detalla el acuerdo de declaración de emergencia para la contratación de los trabajos, que suscribe el Ministerio de Hacienda.

La memoria de “actuaciones inmediatas de conservación y reparación” detalla que en el edificio principal, “se ha prestado especial atención a la envolvente, actuando sobre cubiertas y carpinterías, a las humedades interiores, saneado y pintado, y a la contención de los ataques xilófagos”. Considera “prioritario” también “establecer y acondicionar un local en la zona de servicios para sala de control del servicio de seguridad”.

En cuanto a los edificios anexos, “se persigue cerrarlos al exterior y mejorar la protección de las fachadas con el pintado, así como aislar las zonas que puedan plantear problemas de seguridad al público”. En el jardín, se incluyen “actuaciones concretas”, además de intervenir sobre el derrumbe de un muro de contención y sobre huecos del cierre exterior de la finca, recoge la memoria.

El documento aclara que se primará la reparación de elementos y, de no ser posible, su reposición y aclara que las “limitadas” consideradas de emergencia requerirán de actuaciones posteriores, “posiblemente incluso sobre piezas estructurales como forjados interiores”. Señala, además, que las “importantes deficiencias” detectadas “en gran medida parecen derivar del hecho de que en los últimos años no se han abordado inversiones de reparación o mejora”.

Las medidas de seguridad incluirán la implantación de un sistema “anti intrusión” y cámaras para el interior y el exterior, un sistema contra incendios y un centro de control y comunicaciones. Se reparará y reforzará el sistema eléctrico, con el refuerzo y sustitución de cableado, y se reparará el inmueble que alberga el centro de transformación eléctrica.