Las negociaciones postelectorales entre ERC, JxCat y la CUP entran en una fase decisiva, a cuatro días de que el Parlament salido del 14F celebre su sesión constitutiva y sea elegida la persona que debe presidir la cámara catalana, con el PSC pendiente de si fracasan las conversaciones entre independentistas.

La elección de la presidencia del Parlament -en una sesión que se celebrará en el Auditorio del Palacio del Parlament, más espacioso y ventilado que el hemiciclo- es el primer paso para el arranque de la legislatura, a la espera de la investidura del presidente de la Generalitat, que deberá tener lugar como muy tarde el 26 de marzo.

ERC trabaja con el objetivo de cerrar un acuerdo que englobe no solo la composición de la Mesa del Parlament, sino también un pacto de legislatura que haga posible la investidura de Pere Aragonès y la formación del nuevo Govern.

Pero la CUP, cuyos 9 diputados son claves para asegurar una mayoría independentista, no cierra la puerta a buscar ahora un primer acuerdo sobre la Mesa y continuar negociando tras la sesión constitutiva de este viernes.

De hecho, este pasado fin de semana han ido avanzando en sus conversaciones discretas los grupos de trabajo constituidos por ERC y la CUP para definir aspectos sociales y nacionales de un acuerdo.

La CUP se ha ofrecido a presidir el Parlament para "blindarlo" de posibles decisiones de los tribunales que veten proposiciones sobre la autodeterminación o la monarquía, pero esa aspiración no encaja con los planes de JxCat.

Si ERC -con 33 escaños- logra investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat, JxCat -que obtuvo 32 diputados- interpreta que le corresponderá una vicepresidencia del Govern y la presidencia del Parlament.

Su presidenciable en las elecciones de febrero, Laura Borràs, podría ser la elegida para liderar la cámara -eso si renuncia a hacerse cargo de una vicepresidencia del Govern-, aunque en JxCat barajan también otras alternativas como Meritxell Budó o Gemma Geis.

Si los independentistas no logran sellar un acuerdo en los próximos tres días, el PSC -la fuerza más votada el 14F, empatada a 33 escaños con ERC- mantiene la esperanza de situar en la presidencia del Parlament a su candidata, Eva Granados.

Por su parte, los comunes no "tiran la toalla" con respecto a la posibilidad de un Govern de coalición con ERC y con apoyo externo del PSC, ni tampoco renuncian a conseguir un sitio en la Mesa del Parlament, para cuya presidencia postulan a Joan Carles Gallego, si bien cuentan con solo 8 diputados.

En rueda de prensa este lunes, el portavoz de los comunes en el Congreso, Joan Mena, ha insistido en la "idoneidad" de un perfil como el de Gallego "por su transversalidad en un momento en el que hay que superar la política de bloques".

Por su parte, el diputado de Ciudadanos Nacho Martín Blanco ha rechazado una fórmula que pase por una coalición independentista con ERC, Junts y la CUP, una opción que ha calificado de "pandemonium".

"Lamentamos que Cataluña se vea conducida nuevamente a un Govern que irá contra los ciudadanos, contra su prosperidad y sus instituciones", ha alertado.

En la sesión parlamentaria del viernes, que arrancará a las 10.00 horas, se elegirán los siete cargos de la Mesa, en tres votaciones separadas: la presidencia, las dos vicepresidencias y las cuatro secretarías.

Esa sesión estará presidida por una Mesa de edad encabezada por el diputado más veterano, el republicano Ernest Maragall (78 años), junto a los dos diputados más jóvenes: Alberto Tarradas (24 años), de Vox, y David González (26 años), del PSC.

Una vez constituido el Parlament se activará un plazo de diez días hábiles para que la nueva presidencia de la cámara abra consultas con los líderes parlamentarios y proponga un candidato a la investidura, a la que no renuncia el socialista Salvador Illa, mientras las fuerzas independentistas siguen negociando con la perspectiva de investir a Aragonès si logran alcanzar un acuerdo.