El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, ha asegurado que el excomisario José Manuel Villarejo, ha recibido el mismo trato en prisión que cualquier otro interno y ha dicho no tener constancia de que haya habido ninguna situación de maltrato ni vulneración de sus derechos.

Ortiz ha hecho estas manifestaciones al ser preguntado sobre las denuncias por el trato recibido en prisión de Villarejo, que fue puesto en libertad este miércoles después de que el juez que le investiga en la Audiencia Nacional le dejara libre, tras constatar que va a ser imposible juzgarlo antes de que cumpla el máximo de cuatro años de prisión provisional. "Ni más ni menos control que el que tienen las personas privadas de libertad", ha señalado Ortiz, que ha incidido en que "no ha sido objeto de un control especial".

El responsable de Prisiones ha precisado que en determinadas situaciones se puede acordar por razones de seguridad un registro de las celdas o cacheos a los presos si hay algún indico de que puedan tener algún objeto inadecuado en la prisión. Ortiz ha recordado que Villarejo ha estado ingresado en la cárcel madrileña de Estremera, en un módulo en el que también están miembros de las fuerzas de seguridad o de la administración del Estado.

Preguntado sobre si el marido de la Infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, ha hecho un mal uso del tiempo que disponía fuera de la prisión, Ortiz ha asegurado que no le consta y ha explicado que cuando un interno está en régimen de semilibertad se realizan los controles habituales y se hace un seguimiento de la actividad laboral que desarrolla.

Respecto a los traslados de presos de ETA, criticados por las víctimas, Ortiz ha señalado que la decisión se toma a propuesta de las juntas de tratamiento y que se sigue el mismo criterio con todos los presos y se hace de forma individualizada.

Ha recordado que el objetivo es que en la medida de lo posible las personas encarceladas puedan cumplir condena en lugares "no muy alejados" de sus zonas de arraigo y ha insistido en que se tienen en cuenta las circunstancias personales de cada interno.