La Generalitat intenta blindar el territorio valenciano de cara a la Semana Santa. A la espera de las decisiones que se puedan adoptar hoy en el consejo interterritorial de Sanidad, el jefe del Consell, Ximo Puig, ha pactado con las comunidades vecinas un cierre perimetral de la Comunitat Valenciana.

Puig ha hablado en las últimas horas con sus homólogos de Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha, Baleares y Aragón para poner en común la necesidad de cerrar fronteras en Semana Santa para reducir las posibilidades de una cuarta ola de la pandemia. Según las fuentes de la Generalitat, la sintonía ha sido total con el resto de responsables autonómicos, entre los que hay de diferentes partidos, no solo socialistas. El presidente murciano, Fernando López Miras, es del PP, y el titular en funciones catalán, Pere Aragonès, es de ERC. Emiliano García-PageJavier Lambán y Francina Armengol representan al PSOE.

La decisión de formar un frente común supone lanzar un mensaje en España sobre la necesidad de frenar la movilidad lo máximo posible en las vacaciones de Semana Santa.

Dos controles desde Madrid en Semana Santa

A efectos prácticos, significa además establecer un doble control a los posibles desplazamientos desde Madrid, la comunidad que más se ha destacado en su idea de abrir fronteras y relajar restricciones en el próximo periodo vacacional. Así, los turistas desde Madrid tendrían que dos límites de comunidades para llegar desde la capital hasta la costa valenciana. El territorio que preside Isabel Díaz Ayuso (PP) es en este momento el que presenta una mayor incidencia acumulada en España, si bien las restricciones a la movilidad son menores que en el resto de territorios.