La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a la expresidente madrileña Cristina Cifuentes del delito de falsificación de documentos, como inductora, por el que la fiscalía la pedía tres años y tres meses de prisión, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso El Periódico de Catalunya. El ministerio público la acusaba de haber inducido la falsificación del acta del Trabajo de Fin de Máster (TFM) que supuestamente defendió en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y que el tribunal declara que "estuvo plagado de irregularidades". Las otras dos acusadas, su exasesora Teresa Feito y la profesora Cecilia Rosado, sí han sido condenadas, la primera como inductora de la falsificación a una pena de tres años de cárcel, y la segunda, como autora, a año y medio de prisión, por haber confesado y por actuar por miedo insuperable.

Durante la vista oral, la defensa de Cifuentes, ejercida por el prestigioso penalista José Antonio Choclán, acreditó la dificultad que había en poder acreditar que Cifuentes hubiera inducido a una falsificación, cuando había habido actas falsificadas de otros alumnos, porque pedir a tu gabinete solucionar el problema surgido con la exclusiva de eldiario.es dista de ser una inducción a cometer a un delito, que es por lo que se la juzga. Además, argumentó ya había tenido suficiente pena al ser el desencadenante del fin de su carrera política que concluyó 36 días después cuando se hizo público un vídeo en el que se la veía con un guardia de seguridad en la zona del establecimiento, próximo a la Asamblea de Madrid, la que son conducidos quienes hurtan algún producto.

La fiscal Pilar Santos solicitaba tanto para Feito como para Cifuentes una condena de tres años y medio que al final solo ha sido respaldado por el tribunal en el caso de la primera, cuyas llamadas telefónicas a Cecilia Rosado fueron constantes el día en que esta procedió a falsificar su firma y la de las también profesoras Alicia López de los Mozos y Clara Souto, para lo que estas se la mostraron a través de una videollamada. En lo que coincidieron todos los testimonios que se oyeron en el juicio es en el difícil carácter del catedrático Enrique Álvarez-Conde, ya fallecido, que fue con quien Cifuentes dijo haber hablado para apuntarse al máster y a quien le entregaba en papel los trabajos, por lo que no guardaba ningún documento que acreditase los estudios que dice haber cursado.

Tampoco ha sido acogida por el tribunal la condena de 21 meses de prisión solicitada por la fiscalía para Rosado, pese a aplicarle las atenuantes de confesión y de miedo insuperable. El tribunal ha optado por imponerle 18 meses de prisión solicitados por la acusación que ejerce la Universidad Rey Juan Carlos. La profesora no tendrá que ingresar en prisión al ser inferior a los dos años de cárcel.