El Gobierno de Castilla-La Mancha ha decidido relajar las medidas restrictivas de nivel 3 reforzado decretadas en la región, pasando a nivel 3 ordinario, lo que supone la apertura de la hostelería a un tercio del aforo y cierre de estos establecimientos a las 21.00 horas y apertura de superficies comerciales a un tercio del aforo a partir de este viernes a las 00.00 horas. El toque de queda se mantiene a las 22.00 horas, la movilidad estará permitida entre provincias y municipios de la región, por lo que solo permanece vigente el cierre perimetral de la Comunidad autónoma.

El nivel 3 reforzado, que pesaban sobre la región desde el pasado 18 de enero, permanecerá en tres municipios de la provincia de Toledo -Fuensalida, Torrijos y Casarrubios-, afectando así a 27.000 habitantes.

Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad del Gobierno castellanomanchego, Jesús Fernández Sanz, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno extraordinario reunido este jueves para adoptar este nuevo escenario.

Se mantiene el toque de queda a las 22.00 horas, la agrupación de personas en un máximo de seis, y se relaja la perimetración a exclusivamente regional.

De este modo, se abre el interior de la hostelería en un tercio de su aforo en interiores manteniendo la distancia de seguridad. No se permite, eso sí, el consumo en barra. Además, las terrazas podrán abrir al 50% de su aforo, si bien no se permite estar de pie. El cierre de los locales se producirá a las 21.00 horas.

Los clientes, eso sí, tendrán que descargarse un código QR para poder entrar en los locales de ocio y así poder tener un registro detallado de todos los movimientos de personas en estos locales.

Se abren a un tercio de aforo museos, bibliotecas y archivos; los hoteles podrán ocuparse al 50% y el espacio de sus zonas comunes se limita al 25%; los mercadillos al aire libre seguirán a un tercio del aforo con distancia de 4 metros entre puestos; las tiendas y comercios abrirán también a un tercio y desaparece la limitación del tamaño del establecimiento.

Buenos datos

Fue el pasado lunes 18 de enero cuando ante el avance del coronavirus y el aumento de los nuevos casos el Ejecutivo de Emiliano García-Page decretó las medidas más restrictivas tomadas hasta el momento desde el fin del confinamiento tras el primer estado de alarma del mes de marzo.

Así, el toque de queda se adelantó hasta las 22.00 horas, se decretó el cierre perimetral de los 919 municipios de la Comunidad Autónoma y se han mantenido bajadas las persianas de los locales de hostelería hasta este jueves.

Esa decisión fue prorrogada a los diez días en primera instancia y una segunda vez el pasado viernes. Desde la puesta en marcha de las restricciones, los datos han mejorado.

Fernández Sanz ha recordado que hace dos semanas la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes superaba los 1.200 casos; la semana pasada bajó a 1.025; y hoy ya es de 644, "fruto de las medidas y del esfuerzo de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha".

Seguirán bajando los casos

Además, vaticina que los casos seguirán bajando, ya que la incidencia acumulada a 7 días es sólo de 194 casos por cada 100.000 habitantes, por debajo de la media a nivel nacional, datos por los que ha sacado pecho.

"La toma de medidas y en definitiva la restricción de la movilidad de las personas ha dado el fruto que esperábamos, pero aquí no ha terminado nada", ha indicado. Hay todavía 220 UCIs ocupadas, más de 1.000 camas hospitalarias.