La primera acusada que ha declarado ante el tribunal que juzga a la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes por el 'caso Máster' no le ha dejado un buen escenario, para cuando le llegue el turno. La profesora Ceclia Rosado ha explicado ante el tribunal cómo se sintió presionada por su jefe, el catedrático Enrique Álvarez Conde, y por la asesora de la comunidad de Madrid, la también acusada María Teresa Feito, para hacer un acta del trabajo fin de máster (TFM) de Cifuentes con el que esta pudiera salir al paso de la información de eldiario.es que denunciaba que nunca lo realizó. En una de las numerosas llamadas de ese día, Feito le dijo: "Si no me envías el acta, Cifuentes os va a matar a vosotras y al rector".

Rosado, para la que la fiscalía pide 21 meses por haber colaborado con la investigación, relató la situación de ostracismo que vivió en su carrera académica por el catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos Enrique Álvarez Conde, director del Instituto de Derecho Público, porque no admitía que se le discutiera una opinión. Ahí enmarcó por qué accedió a sus reiteradas peticiones, a las que se sumaron las amenazas de Feito, funcionaria del centro y asesora de la Comunidad de Madrid, y accedió a falsificar el acta del TFM de Cifuentes y a firmar por otras dos profesoras, como si las tres hubieran sido el tribunal que lo calificó.

Por esa colaboración, Rosado fue la primera en declarar ante el tribunal presidido por el magistrado Luis Carlos Pelluz, en el que se acusa a la expresidenta madrileña de haber inducido la falsificación del acta que esgrimió en una rueda de prensa para acreditar que había hecho un máster que no había hecho. Cifuentes, al igual que Feito, se enfrentan a tres años y tres meses de cárcel.

Sin relación con el máster

Feito sostuvo que ella una mera asesora de bilingüismo de la Comunidad de Madrid que ni siquiera conocía a Cifuentes, aunque la acompañó a recoger su título a la universidad, como hizo con otros estudiantes, porque el campus universitario es confuso. La fiscal Pilar Santos Echevarría tuvo que esforzarse para que respondiera a por qué la acompañó y le costó admitir que fue llamada desde el gabinete de la presidenta de la Comunidad para que lo hiciera.

Luego justificó en ese acompañamiento que tras la exclusiva del digital la llamaran tanto Amalia Calonge, que fue la funcionaria suspendida durante un año por cambiar la nota del máster de la presidenta, como su jefa de gabinete, Marisa González, para preguntarle. Según la acusada, las remitió a Derecho, porque ella ignoraba todo, pero acabó explicando que telefoneó a Álvarez Conde para pedirle explicaciones y este le respondió que "todo estaba bien".

A continuación llamó a Rosado, pero no la amenazó, porque no tenía dudas de que todo estaba en orden y "un TFM no se puede hacer en dos horas". Además, sostuvo que el tono con ella fue cordial, como siempre. Según ella, ni tuvo celo, ni intermedio ni ganó nada con todas las llamadas que realizó. Solo le dio la razón en que el que mandaba era Enrique Álvarez Conde.

Dimisión

Cifuentes, cuya defensa ha pedido al principio del juicio que se incluya su agenda como delegada del gobierno para acreditar que hizo el máster, dimitió el 25 de abril de 2018, justo 36 días después de estallar la polémica por las irregularidades en su máster y tras la difusión de unas imágenes en las que se la ve dando explicaciones por el hurto de unas cremas en un supermercado próximo a la Asamblea de Madrid en 2011. La expresidenta madrileña declarará ante el tribunal el próximo viernes.

En su escrito de acusación el Ministerio Público considera que Cifuentes indujo a esa falsificación a sabiendas de que acreditaba una defensa del trabajo de fin de máster que "jamás se produjo" y que exhibió en varios medios y redes sociales "para evitar las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse".

Según el escrito del fiscal, cuando eldiario.es publicó que Cifuentes no tenía aprobadas todas las asignaturas del máster, la expresidenta se puso en contacto con Feito porque había sido profesora en la Rey Juan Carlos durante años y tenía una buena relación con profesores, el rector y el catedrático Álvarez Conde.

Cifuentes quería que Feito hiciera las gestiones oportunas "con la finalidad de resolver la crisis que la noticia había provocado", a lo que esta accedió, añade la Fiscalía.

Así, de acuerdo con Álvarez Conde, "y a sabiendas de que Cristina Cifuentes no había superado todas las asignaturas, no había hecho el trabajo fin de máster (TFM) y no había procedido a su defensa", decidieron que se confeccionaría un acta a la que se le daría "apariencia de verosimilitud".