Felipe VI ha expresado su reconocimiento a la figura y el legado del que fuera presidente de la II República Manuel Azaña al inaugurar este jueves una exposición con motivo de los 80 años de su fallecimiento en el exilio en la Biblioteca Nacional de España (BNE) en Madrid.

Al acto se iba a haber sumado el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, pero no ha podido asistir al suspender su agenda tras conocerse que el presidente francés, Emmanuel Macron, con quien estuvo el pasado lunes en París, ha dado positivo por covid-19.

Junto al rey, han estado la vicepresidenta primera del Gobierno y responsable de Memoria Democrática, Carmen Calvo; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y María José Navarro Azaña, sobrina nieta de Azaña.

La exposición hace un recorrido por la trayectoria humana, intelectual y política de quien fue, entre otros cargos, presidente del Consejo de Ministros (1931-1933) y de la II República española (1936-1939).

Tras la Guerra Civil, se fue al exilio, donde murió en 1940 a los 60 años en la localidad francesa de Montauban, donde reposan sus restos.

El rey y el resto de la comitiva han observado algunas de las 200 piezas procedentes de la BNE y de otras instituciones españolas y extranjeras.

En el repertorio, se incluyen fotografías y vídeos que apenas se conocen del que también fue escritor y periodista, nacido en Alcalá de Henares (Madrid).

Entre los objetos, destacan la primera bandera republicana que se izó en Éibar (Guipúzcoa) el 14 de abril de 1931 y la que Azaña arrió el 2 de febrero de 1939, en su último acto antes de partir al exilio.

No es la primera vez que Felipe VI tiene un gesto de reconocimiento hacia los exiliados republicanos desde que comenzó su reinado.

En junio de 2015, durante su visita de Estado a México, reivindicó lo que representaron los españoles que huyeron de España por culpa del franquismo.

"Tengo presentes especialmente a mis compatriotas que, generación tras generación, llegaron a México en busca de una utopía, de un futuro o de un refugio", dijo entonces el jefe del Estado.

Aquel testimonio reeditó el reconocimiento que hizo Juan Carlos I en 1978 cuando viajó con la reina Sofía a México, donde se encontraron con la viuda de Azaña.

Pocas semanas antes, en su visita de alto nivel a Francia con la reina Letizia, Felipe VI inauguró junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el jardín de "La Nueve", división integrada por republicanos que participó en la liberación de la capital francesa en 1944.

El último superviviente de "La Nueve", Rafael Gómez, falleció el pasado mes de abril y los reyes enviaron un telegrama de pésame a su familia.

La comisaria de la exposición, Ángeles Egido, ha manifestado, en declaraciones a RNE, que la presencia del rey en la inauguración es "una especie de nexo entre una democracia que se fue y la democracia que vino después, pero en medio pasaron 40 años".

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha criticado el comentario de Egido y que pretenda "dulcificar el pasado" con la presencia del monarca haciendo ver que la II República se extinguió "por su propia voluntad".

"Es lamentable que se quiera hacer un relato del pasado a la medida de Felipe de Borbón, un relato manipulado y compatible", ha denunciado la ARMH en un comunicado, en el que recuerda que ni Juan Carlos I, ni su hijo, "han condenado la dictadura",

La muestra sobre Azaña, que permanecerá abierta al público hasta el 4 de abril de 2021, está organizada por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, la BNE y Acción Cultural Española

A la llegada a la Biblioteca Nacional, un grupo de personas que estaban en el exterior ha lanzado gritos de apoyo a Felipe VI, que ha agradecido el gesto saludando con la mano.