El Senado tramitará de forma exprés la reforma educativa o Ley Celaá para aprobarla definitivamente antes de que acabe el año, en concreto el próximo 23 de diciembre, en el mismo pleno de la Cámara Alta que dará el visto bueno definitivo a los Presupuestos Generales del Estado para 2021.

Lo ha explicado al término de la Junta de Portavoces del Senado el portavoz del PP, Javier Maroto, quien ha dado cuenta del acuerdo que para esta tramitación acelerada han hecho patente en la reunión los representantes del grupo socialista y del PNV, y que trasladarán a la posterior reunión de la Mesa, donde ambos forman mayoría.

Según Maroto, la decisión de votar en una misma jornada los presupuestos y la LOMLOE no es algo casual, sino que obedece al "precio político" que el Gobierno tiene que pagar para lograr que las formaciones independentistas respalden las cuentas públicas para el próximo año.

Por esta razón entiende que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por agrupar en un mismo "paquete de la vergüenza" todos esos "precios políticos".

"Sánchez quiere acabar el año cerrando la carpeta de todas las vergüenzas que ha tenido que pasar; él desea que todos los barones tengan un pastel de navidad cargado de pastillas para no vomitar", ha ironizado el portavoz del grupo popular.

Para que la LOMLOE, cuya tramitación en el Senado comenzó el pasado 25 de noviembre, quede definitivamente aprobada el 23 de diciembre, la Comisión de Educación tendrá que reunirse para debatir enmiendas y propuestas de veto los días 17 y 18, una vez que el próximo día 15 finalice el plazo para su presentación.

Maroto ha expresado su indignación por la forma en que el PSOE y el Gobierno pretenden solventar la reforma educativa. "Vender la libertad de elección de los padres y excluir el castellano de Cataluña es y solo es el precio político que hay que pagar el mismo día y a la misma hora para aprobar los presupuestos con los independentistas", ha remarcado.

Se trata, ha insistido, de un paquete "que lleva de primer plato unos presupuestos pactados con Otegi y Rufián y de postre la ley Celaá sin escuchar a la comunidad educativa.

Porque, ha recordado Javier Maroto, su grupo pretendía aprovechar la tramitación de esta reforma que en principio se esperaba que concluyera a finales de febrero, para dar voz a un sector que según ha recalcado "estaba esperando como agua de mayo venir al Senado a explicar por qué esta ley es un atropello a los docentes y a los padres y madres".

En suma, lo que va a ocurrir ahora es que "antes de que acabe el curso tendremos los presupuestos de la vergüenza con la peor ley de educación de la historia y después, si no te he visto no me acuerdo", ha lamentado.

Maroto ha aventurado incluso que en estas circunstancias "es muy probable" que vayan aflorando también los "precios más vergonzantes" que el Gobierno ha tenido que pagar, como la posibilidad de indultar a los políticos condenados por el procés.