El Govern ha decidido adelantar a las 22.00 horas el inicio del toque de queda en toda la isla de Mallorca para tratar de frenar el incremento de la incidencia de la pandemia de coronavirus, que ha subido en una semana de 223 a 260 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días.

"Mi obsesión es evitar cualquier posible muerte", ha señalado la presidenta del Govern, Francina Armengol, quien ha anunciado también el cierre de los bares, restaurantes y cafeterías en Sóller, Lloseta y Muro, una medida que ya se implantó la semana pasada en Sa Pobla.

La jefa del ejecutivo ha señalado que es consciente del perjuicio que el adelanto en dos horas del comienzo del toque de queda causará al sector de la restauración y ha subrayado que, por ello, el Consell de Govern ha aprobado este miércoles una partida de 5 millones de euros para subvencionar los equipos ventilación y los medidores de CO2.

La ampliación del toque de queda entrará en vigor desde este jueves y está previsto que se prolongue hasta el día 21, cuando se volverá a evaluar la situación para decidir si sigue vigente durante las fiestas navideñas.

Armengol ha eludido avanzar qué medidas restrictivas podrían estar en vigor en Navidad y ha hecho hincapié en que todas sus decisiones se basan en los criterios sanitarios establecidos por los especialistas.

Estos criterios, ha incidido, se han de considerar al margen del impacto negativo que las medidas tengan sobre un sector tan castigado por la crisis como la de la restauración, al que ha pedido comprensión por el adelanto del cierre de establecimientos y por la suspensión de su actividad en Sóller, Lloseta, Muro y Sa Pobla.

También ha solicitado a los hosteleros que se impliquen más a la hora de supervisar el comportamiento de los usuarios. "Hay que controlar a los clientes", ha afirmado. "No es posible que todo el mundo esté todo el tiempo sin mascarilla", ha subrayado Armengol, que ha apelado también a la responsabilidad individual de una ciudadanía que, ha admitido, está cansada de la limitación de sus libertades tras diez meses de pandemia.

Armengol ha detallado que la incidencia acumulada en Lloseta es de 601 casos por 100.000 habitantes en 14 días y 334 en una semana; de 437 en 14 días y 189 en 7 en Sóller, y de 240 en 14 días y 197 en 7 en Muro.

En todos estos municipios se llevará a cabo, como se ha hecho en Sa Pobla, una campaña de cribaje con test de antígenos, medida que también se está planteando ejecutar en Alaior por el aumento alarmante de la incidencia.