El PSOE no solo está molestando al PP en sus intentos por lograr la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ, que lleva dos años en funciones, con miembros mayoritariamente conservadores, elegidos durante la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. El malestar también se extiende a Unidas Podemos, socios en el Ejecutivo de coalición. Los morados han criticado este martes al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, por dar por hecho el acuerdo con los conservadores el día anterior, y al mismo tiempo han defendido que la polémica reforma del sistema de elección del órgano de gobierno de los jueces se reactive ya en el Congreso. Pero estas críticas no han alterado el rumbo de los socialistas, que insisten en que el entendimiento con el partido de Pablo Casado La modificación legal, continúan, solo arrancará en el caso de que el pacto salte en el último momento por los aires, como ocurrió el pasado verano.

Se trata del enésimo pulso dentro de la coalición. Unidas Podemos se siente excluido de las negociaciones sobre el CGPJ y teme que al final el PSOE, en aras de la renovación, acceda a la exigencia del PP, que rechaza que haya en el organismo vocales propuestos por la formación de Pablo Iglesias. En el mismo sentido, los morados consideran que la reforma del sistema de elección del organismo, por la que bastaría la mayoría absoluta del Congreso y haría que el PP dejase de ser imprescindible (ahora se requieren tres quintos), es buena en sí misma.

Los socialistas, en cambio, argumentan que la modificación legal, anunciada por Pedro Sánchez en octubre, es una medida más de presión al PP. Y solo se activará si los conservadores dan un nuevo portazo al acuerdo. Si hay pacto, por tanto, no habrá reforma. Y el PSOE continúa asegurando que hay pacto, solo que el PP, temeroso de que Vox explote esta alianza, no se atreve a exteriorizarlo. Pero los socialistas, para tranquilizar a sus socios, continúan defendiendo también la presencia en el futuro CGPJ de miembros propuestos por Unidas Podemos.

Los conservadores, mientras tanto, vienen a dar por buena en privado la versión del PSOE, pero en público enfrían el acuerdo. Su secretario general, Teodoro García-Egea, ha descartado este martes que vaya a sellarse el entendimiento antes de que acabe el año. Los tiempos son claves. A mediados de diciembre, el PSOE deberá decidir si incluye entre sus proposiciones de ley a debatir a corto plazo la reforma del sistema de elección del CGPJ.

Sin margen de espera

"No podemos esperar más", ha dicho el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, exigiendo al PSOE que reactive la reforma del CGPJ. El dirigente morado ha asegurado que la "falta de cooperación del PP" para renovar el órgano de los jueces deja clara la necesidad de un cambio en la ley que rebaje la mayoría necesaria para elegir a los miembros del CGPJ.

Tras el "enésimo portazo del PP", ha dicho Asens, es necesario sacar del congelador la reforma que presentaron el PSOE y Unidas Podemos para modificar la elección del Consejo General del Poder Judicial y que después paralizó Pedro Sánchez como gesto de buena voluntad hacia Pablo Casado. "El plazo que se dió al PP ya ha acabado", ha subrayado Asens. Según ha explicado, entre las intenciones de Unidas Podemos está que una vez los Presupuestos reciban el visto bueno esta semana en el Congreso, el Gobierno retome la reforma. En un primer momento, Asens ha criticado que Campo anunciase un pacto sin contar con Unidas Podemos. Pero horas después ha rectificado. "La propia respuesta del PP certifica que no existe ese acuerdo", ha dicho en el Congreso.

Sin embargo, la parte socialista del Gobierno, que es mayoritaria y lleva en exclusiva la negociación con el PP, asegura que sí hay acuerdo. Poco después de las palabras de Asens, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha sido categórica desde la Moncloa. "La reforma del CGPJ se puede hacer cuando el PP quiera. El acuerdo con el PP está conseguido, pero el PP no se ha decidido a ponerlo en práctica. Se lleva trabajando en él varios meses. Espero que en esta ocasión se pueda exteriorizar a la mayor brevedad posible", ha explicado la también ministra de Hacienda. "El Gobierno ha cerrado un pacto con el PP para la renovación del CGPJ. Estamos de acuerdo en los términos en los que se tendría que plantear esa renovación. Lo que ocurre es que cuando el PP tiene que poner fecha a lo que se ha acordado, se desdice", ha insistido Montero. En una nueva muestra del pulso con Podemos, la portavoz ha pedido un "tiempo prudencial" antes de reactivar la reforma del sistema de elección.

Las alianzas moradas

En la proposición de ley presentada por socialistas y morados se estipula que la renovación del CGPJ seguirá necesitando de una mayoría reforzada (tres quintos de la Cámara) en una primera votación. Si no prosperase, en la segunda votación solo haría falta una mayoría absoluta (la mitad más uno de la Cámara). Para alcanzar esta cifra, Asens ha afirmado que la aprobación de las cuentas públicas marca el camino a seguir con la mayoría de la investidura.

Además, entre los planes de Pablo Iglesias está consolidar las relaciones con ERC, PNV y EH Bildu. En la vicepresidencia segunda sostienen que introducir a estos partidos en la negociación del CGPJ sería una buena forma de tender puentes, aunque su participación solo sería posible si se lleva a cabo la reforma.

La presión del dirigente morado también ha ido encaminada a forzar la puesta en libertad de los políticos catalanes presos. Según ha dicho, "sería positivo" que estuvieran en libertad para hacer frente a las elecciones del 14 de febrero. Las vías para conseguirlo, ha enumerado, son los indultos, que según dice son "una figura que si está pensada para algunos supuestos es para estos", y la reforma del delito del Código Penal y del delito de sedición.