La conselleria de Salud prevé una desescalada de las restricciones del coronavirus a distintas velocidades, según el territorio, con prioridad de reapertura para las actividades al aire libre, y estudia implicar a las farmacias en la extensión del test de antígenos.

Así lo ha anunciado el secretario general de la conselleria de Salud de la Generalitat, Marc Ramentol en una entrevista con Rac1, en la que ha asegurado que no se puede sentir "insatisfecho" de cómo se ha gestionado la pandemia en Cataluña "y menos en comparación con Madrid": "Nosotros nos dijimos que teníamos que salvar las máximas vidas posibles y lo hemos cumplido".

El responsable de Salud ha adelantado que el plan de desescalada que la Generalitat prevé aplicar a partir del próximo 23 de noviembre "estará adaptado a las realidades de transmisión del virus" y que tendrá en cuenta la geografía, la densidad de población y los movimientos poblacionales, por lo que tendrá distintas velocidades en función de territorio.

Preguntado por si reabrir terrazas de bares y restaurantes será una prioridad en la reapertura, ha indicado que los espacios al aire libre "son los primeros candidatos".

"El objetivo es que la medida afecte a los sectores que han tenido que cerrar estos días y que gracias a los cuales hemos podido doblar la curva de contagios", ha indicado.

En la entrevista, también ha afirmado que los test de antígenos son un instrumento que en las próximas semanas se utilizarán "mucho más" y, para ello, ha sostenido que no es "descabellado" implicar a la red de 3.300 farmacias para que hagan estas pruebas "siempre que sea en el marco de una estrategia de salud pública y con test fiables".

"Tenemos a unas 3.300 oficinas de farmacia, una red mucho más amplia que los centros de atención primaria. Nuestro deber es utilizar esta capilaridad en el territorio para la contención de la pandemia", ha explicado.