El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el que fuera su número dos, Francisco Martínez, mantuvieron sus posiciones contrapuestas sobre el conocimiento del primero sobre la 'operación Kitchen', por la que en 2013 se espió al extesorero del PP Luis Bárcenas para intervenirle la documentación que pudiera ser comprometedora para el partido. Fuentes presentes en la declaración señalaron a este diario que el exsecretario de Estado de Seguridad defendió de forma más contundente sus argumentos en defensa de los mensajes que dice que le envió el exministro y de los que dejó constancia en un notario.

Ambos se sentaron frente al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón con distancia de seguridad y mascarilla. Una vez que, según el juez les indicó, dejaron de mirarle para empezar a dirigirse el uno al otro, entraron materia, con cierta tensión, sobre todo, al principio y al final. En una ocasión incluso el magistrado pidió al exministro que se calmara.

Martínez, que sostiene que supo por el entonces ministro de Sergio Ríos, el chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas, que coloboró con la policía espiando a su jefe por lo que cobró 2.000 euros mensuales de los fondos reservados.

El lío del móvil

Una de las pruebas clave son los mensajes que Fernández Díaz habría enviado a Martínez y que este llevó a un notario para levantar acta y aportarla en la causa. El exministro que niega utilizar la "k" en sus mensajes quiso mostrar físicamente el teléfono anterior al actual, pero se negó a entregarlo sin un requerimiento del juez en este sentido, pese a que sería clave para negar la autoría de los mensajes que llevaron a su imputación.

Según el abogado de Fernández Díaz, Jesús Mandri, el teléfono no es el que tenía en 2013, que no convervar, pero lo entregará. En cualquier caso, sostiene que cuenta con una prueba pericial que cuestiona la autoría de los mensajes. Además, argumenta que en el dispositivo de Martínez hay mensajes cruzados con el notario que dio fe de ellos sobre otros que debían borrar, lo que cuestiona su autenticidad.

Otras fuentes presentes en la declaración señalaron que Martínez rebatió al argumento pidiendo que mostrara cómo figuraba un contacto: "Cañizares". Fernández no negó que lo hubiera escrito con "K", pero precisó que era para diferenciarlo de otros.

El juez impidió profundizar en la línea de que Martínez había señalado que habían sido "abandonados" por el partido, al ser irrelevante para determinar quién miente y quién dice la verdad. Lo que sí negó es que hubiera llevado al notario los mensajes por animadversión hacia él, argumento que utilizó el exministro para justificar su situación. Martínez aseguró que si le quisiera mal por algo no habría acudido a Barcelona a preparar una comparecencia que tuvo que hacer en Barcelona.

Remitirse a Pérez de los Cobos

Como durante su declaración como testigo, el exministro optó por el desconocimiento como estrategia de defensa. También en relación con los fondos reservados, pese a que Martínez le apretó diciendo que en la comisión de secretos oficiales declara el ministro del Interior como máximo responsable de estos pagos.

Fernández Díaz se remitió a la declaración que al respecto prestará el coronel Francisco Pérez de los Cobos que ha sido llamado el día 17 como testigo en relación con el uso de fondos reservados en Interior.