"Para quienes siguen vinculando la palabra 'gratis' a ERC: esto es Madrid y el Congreso de los Diputados, esto ni es el Majestic ni es la Diputación de Barcelona". Con esta contundencia se ha sacudido Gabriel Rufián las críticas de JxCat y la CUP por no poner trabas a la tramitación de los presupuestos y dar un "cheque en blanco" al Gobierno. Desde la tribuna, Rufián ha defendido este jueves que su partido "no es menos patriota ni menos independentista" por facilitar que las cuentas públicas superen el trámite, aunque ya ha advertido al Ejecutivo central de que ERC sigue lejos de apoyarlas y de que Cs debe quedar fuera de la ecuación.

Rufián ha justificado que con el 'no' de ERC a las enmiendas a la totalidad presentadas "dará única y exclusivamente aire, oportunidad y tiempo a la negociación", a la que su partido "va a volver a poner hoy toda su fuerza negociadora al servicio de los intereses del pueblo de Cataluña" insistiendo en que "las negociaciones se sudan, no se tuitean". "Con la que está cayendo y con la que caerá sería tremendamente irresponsable no escuchar, no hablar, no dialogar y no negociar", ha inquirido, y ha abundado, mirando de reojo a JxCat, que "quien diga que esto es absurdo, una pérdida de tiempo o mucho peor aún, que esto es una traición al pueblo de Catalunya, es porque se lo puede permitir, es porque lleva demasiado tiempo llevando chaquetas de 1.000 euros, paseando bolsas de Michael Kors por la calle o demasiado tiempo cobrando sueldos públicos".

Entrando en el contenido, Rufián se ha felicitado por el blindaje de la inmersión lingüística y la apuesta por la regulación de los alquileres abusivos, pero ha censurado las partidas para "una institución tan corrupta y antidemocrática" como la Casa Real y "una maquinaria tan absurda y anacrónica como la militar".

Asimismo, ha hurgado en que el Gobierno tiene que elegir entre ERC o Cs para apoyar los presupuestos porque querer aprobarlos con las dos formaciones "es simplemente mentir a sabiendas": "Ya basta de terraplanismo ideológico [...] Cs no es que sea incompatible con ERC, Cs es incompatible con la izquierda", ha aseverado, tendiendo la mano al Ejecutivo de Pedro Sánchez para que los republicanos sean los elegidos: "Entiendo que es más difícil porque pedimos más cosas, no más banderas, pero vale la pena hacerlo con ERC".

La ministra de Hacienda María Jesús Montero ha agradecido la disposición de los republicanos, si bien ha subrayado que en un momento de excepcionalidad como el actual, debido a los estragos de la crisis del coronavirus, "deberíamos superar que pese más con quién que el qué". Pese a esto, ha defendido que las cuentas son "progresistas" y que los podrán mejorar con las enmiendas que se aporten.

En la réplica, Rufián ha sostenido que "no querer a la derecha no es un veto, es autoprotección". Y se ha dirigido a Unidas Podemos para que hagan un frente común contra Cs porque "se juegan la gobernabilidad de su país para la próxima década", alegando que si los naranjas se recuperan en las urnas con hasta 30 o 35 escaños, el PSOE podría priorizar como socio a Cs antes que a los morados.