Las protestas contra las restricciones para frenar el coronavirus se han convertido en un nuevo escenario de choque entre PP y Vox. Los 'populares' cargan contra Vox por defenderlas y este partido subraya que solo respalda las movilizaciones pacíficas.

España vivió en la pasada noche una segunda jornada de protestas contra el toque de queda y los confinamientos que se tornaron violentas, con quema de mobiliario y enfrentamientos con la Policía.

En las redes sociales se suceden las muestras de condena por parte de los líderes políticos a los altercados violentos, pero también las críticas de dirigentes del PP al respaldo explícito de Vox a las protestas, que el partido de Santiago Abascal enmarca en la "ruina de las familias". Una censura que sigue a la hecha ayer por Ciudadanos.

Mientras que el presidente del PP, Pablo Casado, se ha limitado a expresar su apoyo a las autoridades y cuerpos de seguridad y a los vecinos "que sufren estos destrozos", otros dirigentes han ido más allá y han cuestionado tanto la pertinencia de las protestas como el papel de Vox.

El alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha condenado los incidentes y ha llamado a cumplir el toque de queda porque "además de obligatorio es lo leal, prudente y solidario para evitar que se transmita la enfermedad"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha negado que los manifestantes violentos sean los afectados por la crisis.

"Los que siembran el caos en las calles no son los más vulnerables al virus, ni los que luchan por ganarse la vida. Son grupos organizados que buscan sacar tajada del miedo y de la situación. La vida y la libertad se defienden cumpliendo las leyes", ha escrito Ayuso.

La crítica más explícita ha sido la de la diputada Ana Vázquez: "Vox apoya las protestas!! Pues nosotros NO! Por eso no somos iguales!", ha escrito en Twitter, provocando la respuesta del portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.

"Claro que no somos iguales, Ana. Vosotros sois iguales al PSOE. Y escribís el ABC. Así que vosotros, a lo vuestro, que es colaborar con este gobierno". Mientras, Vox apoya las protestas pacíficas y pide a la Policía que detenga a los delincuentes. "Cada uno, en su sitio", ha señalado Espinosa de los Monteros.

Por la noche el líder de su partido, Santiago Abascal, había denunciado: "El caos en la calle. La ruina en las familias. La epidemia de nuevo descontrolada", y expresado su apoyo a las fuerzas del orden, a su juicio "abandonadas" por el Gobierno.

La filiación política de los manifestantes ha generado polémica después de que, en el caso de Barcelona, el director de los Mossos atribuyera la violencia a grupos de extrema derecha organizados, lo que provocó la queja de Vox, que culpa de los altercados a la extrema izquierda y a extranjeros, al tiempo que respalda las concentraciones.

Iglesias acusa a la ultraderecha

Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha culpado a la ultraderecha de las protestas violentas contra las restricciones del coronavirus y ha comparado los incidentes con la "estrategia de la tensión" de Italia.

"En Italia lo llamaron “strategia della tensione”", ha escrito el vicepresidente segundo en su cuenta oficial de Twitter tras la segunda noche de altercados violentos en protestas contrarias a las restricciones para frenar el coronavirus.

Iglesias alude a una serie de acciones que se atribuyeron a una "red oculta de resistencia", la llamada Operación Gladio, que en la Guerra Fría quería evitar la invasión soviética de Italia y que a juicio del Partido Comunista Italiano buscaba frenar su avance generando miedo.

El vicepresidente recomienda un artículo en su digital afín, La Última Hora, "para entender el contexto de los disturbios que promueve la ultraderecha tirando la piedra y escondiendo la mano".

El artículo de José Manuel Martín Medem señala "la reacción social por el agobio de la pandemia" como "una auténtica amenaza" y defiende que "los grandes poderes" recomiendan al líder de la oposición, Pablo Casado, que aumente "la crispación para esperar que el gobierno del PSOE con Unidas Podemos se desmorone en el incendio del cabreo social".

La filiación política de los manifestantes ha generado polémica después de que, en el caso de Barcelona, el director de los Mossos atribuyera la violencia a grupos de extrema derecha organizados, lo que provocó la queja de Vox, que culpa de los altercados a la extrema izquierda y a extranjeros, al tiempo que respalda las concentraciones.