Pedro Sánchez sigue empeñado en que el estado de alarma se alargue hasta el 9 de mayo, pero esta mañana al Congreso de los Diputados ha ofrecido revisarlo en marzo por si entonces ya no es necesario. En esa fecha, a los cuatro meses, el jefe del Ejecutivo propone que el Consejo Interterritorial formado por los consejeros de sanidad de todas las comunidades autónomas analice la situación de la crisis sanitaria y decida si se puede levantar.

El presidente ha hecho este anuncio durante la sesión de control al Gobierno en el cara a cara con el líder del PP, Pablo Casado. El jefe de la oposición le ha preguntado por qué no acepta su propuesta de aprobar la alarma ocho semanas, hasta mediado de diciembre. Según Casado, esos dos meses permitiría limitar la movilidad durante los tres puentes festivos que vienen (Todos los Santos, la Almudena en Madrid y el puente de la Constitución) y decidir después si se puede ser más flexible y levantarlo cara a la Navidad, para facilitar las reuniones familiares y la campaña de compras antes de las fiestas.

El jefe del Ejecutivo ha argumentado que este nuevo decreto deja en manos de las comunidades autónomas tomar las medidas que consideren oportunas para frenar los contagios y por eso cree que lo mejor es que el Consejo Interterritorial en el que están representadas el que decida en marzo si hay que levantarlo o no. "Ahí está la propuesta, señoría, y espero que ustedes la acepten", ha lanzado el presidente del Gobierno.

Pero el nuevo plan, que permitiría dejar fuera la Semana Santa, tampoco ha gustado a Casado, que considera que el Gobierno lo que quiere es "eludir al Parlamento". El dirigente conservador ha llegado a decir que no habría "control judicial ni parlamentario", una afirmación que fuentes de la Moncloa han censurado. "El PP no puede jugar a que las instituciones no funcionan. Acaba pareciéndose mucho a Vox", se han quejado. Los tribunales, señalan esas fuentes, siguen haciendo su labor y dirán si esta alarma es o no constitucional [Vox lo recurrirá], y Sánchez "no se zafará del Parlamento ya que acudirá cada semana, como este miércoles, al Congreso para la sesión de control".

En la Moncloa se ha llegado a la conclusión de que es necesario un periodo largo de alarma para que "los gobiernos autonómicos, los hospitales y las empresas puedan planificar". Descarta un debate monográfico sobre la alarma cada 15 días. "No se puede convertir en un debate del estado de la nación, en un pimpampum", se lamentan.

Esta hoja de ruta que ha planteado el Gobierno en el Congreso no está pensada para convencer al PP sino a algunos de sus socios de investidura. ERC, Compromís, Junts y Bildu criticaron que la Moncloa quisiera un cheque en blanco durante seis meses y presionaron al PSOE para convencerle de que no llegue a los seis meses. Habrá que ver qué les parece este ofrecimiento, con una revisión en marzo.

En el grupo parlamentario socialista son optimistas con los apoyos y consideran que entre 'síes' y abstenciones ya tienen el visado para sacar adelante la alarma de seis meses, más con este gesto de distensión de Sánchez.

El jefe del Ejecutivo ha argumentado que este nuevo decreto deja en manos de las comunidades autónomas tomar las medidas que consideren oportunas para frenar los contagios y por eso cree que lo mejor es que el Consejo Interterritorial en el que están representadas el que decida en marzo si hay que levantarlo o no. "Ahí está la propuesta, señoría, y espero que ustedes la acepten", ha lanzado el presidente del Gobierno.