Los grupos de PP, Cs y Vox han hecho este miércoles un frente común contra el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y unirá sus votos para reprobarle, aunque previsiblemente no lo lograrán en la votación de mañana al tener enfrente al Gobierno y sus socios de investidura.

El PP ha dado un paso más en su estrategia de presión contra el vicepresidente del Gobierno y ha llevado a debate en el Congreso una moción que pide su reprobación y el cese del ministro de Consumo, Alberto Garzón, por sus "groseras afirmaciones" sobre el Rey, y reclama que el Gobierno ponga fin a sus agresiones institucionales.

Debatida poco después de conocerse la ratificación por parte del Tribunal Supremo de las condenas al PP por el caso Gürtel, la petición ha suscitado el rechazo no solo de Unidas Podemos y del PSOE, sino también de sus socios de investidura como ERC, EH Bildu o el PNV, e incluso de JxCat, que han reprochado al PP que cuestione el derecho a la libertad de expresión.

El PP ha alertado de que "España sufre un ataque rupturista" y ha pedido al PSOE que se ayuden a sí mismos y apoyen la moción para reprobar a Iglesias, "como instigador a los ataques a la Corona" y "por sus ataques al poder judicial ahora que está siendo investigado".

"No deben ser reprobados o cesados por ser comunistas (....) ni por defender al Che Guevara (...) deben ser reprobados por no defender la democracia, atacar la constitución española desde el Consejo de Ministros y por ser cómplices de una campaña a los jueces que les investigan", ha exclamado el diputado Guillermo Mariscal.

El diputado de VOX José María Sánchez ha expresado su respaldo a la reprobación de Iglesias, al que ha calificado de "bolchevique irredento convencido y confeso" y le ha acusado de "acciones de lesa patria" por estimular desde el Gobierno "acciones contra la Corona".

Un apoyo que también ha dado sin matices Ciudadanos, cuyo portavoz adjunto, Edmundo Bal, ha recordado al PSOE que está a tiempo de optar por la vía "de la moderación y del pragmatismo" que le ofrece Ciudadanos y le ha reprochado el "descaro" con el que gobiernan y con el que pretenden cambiar las reglas del juego en el Consejo General del Poder Judicial.

"No daremos un paso atrás para defender al jefe del Estado y amparar la independencia del poder judicial", ha defendido Bal. También Navarra Suma y Foro apoyarán la propuesta del PP.

"Tienen la cara dura de venir hoy aquí y presentarse como los salvadores de la Constitución. Ustedes, que son el partido de Europa con más corruptos, casi 800 entre imputados y condenados. Seis ministros, ocho presidentes autonómicos", ha respondido al PP el presidente del grupo parlamentario Unidas Podemos, Jaume Asens.

También les ha dicho a los populares que son ellos, y no Iglesias, quien se están llevando por delante a la Monarquía al posicionarla como un elemento opositor al Gobierno. "En la foto del trío de Colón faltaba un cuarto, Felipe VI", ha defendido Asens, que ha advertido al PP de que si la infanta no llega a ser reina será por la "torpeza" de la derecha, no por los aciertos de los republicanos.

La diputada del PSOE Rafaela Crespín ha desdeñado las críticas de la derecha y ha anunciado que su grupo votará en contra de la moción "por las mentiras vertidas" y por las "actitudes" que a su juicio alientan los proponentes: "Son lo más antagónico que existe al espíritu de la Constitución", ha espetado la parlamentaria.

El PSOE cree que el PP se delata abriendo el debate: "¿Quiénes son y para qué quieren los poderes del Estado? Si se ha visto hoy mismo cuando el Supremo acaba de confirmar la condena del PP, el único partido sentenciado", ha afirmado Crespín.

El desdén al PP lo han compartido diputados independentistas como Néstor Rego, del BNG, que ha acusado al PP de ser muy "poco democrático" por cuestionar que los ministros puedan expresarse, o por el de EH Bildu, Oskar Matute, que ha reivindicado a "aquellos que se atreven a mantener en alto la dignidad republicana y más en estos tiempos".

"Confunden aposta lo que llaman ataques con la legítima crítica", se ha quejado por su parte el PNV, que se pregunta qué concepción de la democracia tiene un partido según el cual no se puede cuestionar ni la unidad de España ni la Monarquía.

Junts per Cat incluso ha cuestionado que el PP sea quién para pedir el apoyo a su propuesta mientras que desde ERC la diputada Marta Rosique ha reivindicado su republicanismo y ha alertado de la deriva del PP, que se deja llevar -ha considerado- por la extrema derecha de Vox y está a punto de alcanzar a Trump.

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