"Si hay primarias, voy a presentarme". Así confirma la diputada de Junts, Laura Borràs, en una entrevista en el Huffington Post, su voluntad de ser la candidata del partido del 'expresident' Carles Puigdemont en las próximas elecciones catalanas. De este modo, se abre la veda y el juego interno en Junts para optar a un puesto preciado: el de presidenciable. Fuentes del partido ya han advertido que Borràs no figura en la quiniela en las primeras posiciones e insisten en que el candidato ha de ser Puigdemont.

El asunto es espinoso y motiva codazos cada ves más indisimulados. El 'conseller' de políticas digitales, Jordi Puigneró, se ha mostrado desde hace meses también "a disposición" del nuevo espacio político para ser el candidato. Otro tanto ha hecho el también 'conseller', en este caso de Territori, Damià Calvet, que procede de Convergència y del PDECat pero que ahora, junto a numerosos cargos, ha optado por romper el carnet posconvergente y situarse en el espacio de Puigdemont. No son los únicos nombres posibles en un partido que ha implantado el sistema de primarias para esta elección y donde la mayoría apuesta porque sea Puigdemont quien lidere la lista aunque no pudiera ejercer el cargo en caso de ser Junts la candidatura ganadora.

Pero la lista es más larga y los conocedores de Junts no dan por cerrado ningún nombre. Es más, dudan de que Borràs acabe triunfando en las primarias. Preguntada ella misma si cuenta con la bendición de Puigdemont o del ya también 'expresident' Quim Torra, contesta que "no estamos en un terreno en el que sean necesarias bendiciones".Imputada por corrupción

Borràs está actualmente imputada por el Tribunal Supremo por los delitos de prevaricación, fraude a la administración, malversación de caudales públicos y falsedad documental por la presunta fragmentación de contratos de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), en la etapa en la que era su directora, para podérselos adjudicar a un amigo, el informático Isaías Herrero, también imputado. Borràs ha defendido su inocencia y ha atribuido la actuación judicial una "causa general" contra el independentismo.