Ciudadanos ha remitido un escrito a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en el que le acusa de haber "amparado" este miércoles las "injurias" vertidas por ERC contra el Rey en la sesión de control y le reprocha haber negado la palabra a su líder, Inés Arrimadas.

Arrimadas intentó intervenir en el Pleno del Congreso después de que el líder del PP, Pablo Casado, instara a Batet a actuar ante las "ofensas" que, desde su punto de vista, había proferido Rufián contra el Jefe del Estado, a quien se ha llegado a referir como el diputado "número 53" de Vox.

La presidenta de Cs quería insistir en esa tesis e intentar que la presidenta aclarara qué palabras pueden considerarse ofensivas contra la institución monárquica y que, reglamentariamente, no se pueden establecer debates con la Presidencia.

Pero Batet zanjó el asunto recordando a Arrimadas que ya se había pronunciado sobre el fondo de su pregunta y que, reglamentariamente, no se pueden establecer debates con la Presidencia. En concreto, justificó su negativa a llamar al orden a Rufián alegando que no hubo insultos a la Corona y entiende que debe respetar la libertad de expresión de sus señorías, aunque lo que digan pueda no ser compartido e incluso ofensivo.

En el escrito registrado en el Congreso y recogido por Europa Press, los 'naranjas' subrayan que las palabras vertidas por Rufián contra la Jefatura del Estado, además de resultar "indecorosas e impropias" de un diputado, se encuentran dentro del supuesto incumplimiento del Reglamento de la Cámara, lo que justifica, dicen, la protesta de Arrimadas.

Un acto "contrario a la democracia"

Por ello, Cs pide a Batet que explique las razones que le han llevado a denegar la palabra a Arrimadas puesto que, según alega, "no resulta defendible impedir a los diputados expresar libremente sus opiniones y formular libremente sus quejas respecto del incumplimiento del Reglamento" porque supondría, denuncia, "un acto contrario de la democracia y el Estado de Derecho, así como contrario a la libertad de expresión".

Además, demanda a la Mesa del Congreso que determine en una votación interna las declaraciones que se encuentran amparadas por la libertad de expresión y cuáles, en cambio, son "palabras o conceptos ofensivos al decoro de la Cámara o de sus miembros, de las instituciones del Estado o de cualquiera otra persona o entidad", así como a concretar si existe o no algún supuesto en el que un insulto u ofensa al Rey.

En declaraciones a los periodistas, el portavoz de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, cargó contra Batet por sostener que "la libertad de expresión lo ampara todo". "Les ampara porque son amigos del Gobierno mientras no permite que la oposición tome la palabra. Es un atentado contra la democracia y los derechos de participación política", dijo.