Ya hay fecha para el encuentro entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso. Será a las 12 de la mañana del próximo lunes en la sede del Gobierno regional, ubicada en la Puerta del Sol de Madrid.

Tanto la Moncloa como el Ejecutivo autonómico lanzaron el mismo comunicado pasada la una de la tarde de este viernes y con el mismo contenido: anunciar la fecha, lugar y hora pactados —21 de septiembre, 12 horas, Real Casa de Correos— y dos mensajes importantes para visibilizar la unidad de acción. "El objetivo del encuentro es uno: doblegar la curva. Los equipos de ambos gobiernos preparan, desde ayer mismo y durante todo el fin de semana, un espacio de cooperación en la lucha contra el covid-19".

No hay más detalles de qué medidas pueden estar encima de la mesa, aunque la activación del estado de alarma en la comunidad (o en parte de ella) sigue ahí. El jefe del Ejecutivo se la ofreció a las autonomías a finales de agosto, recordándoles que la ley de 1981 lo permite, aunque ninguna se quiso acoger. La propia Ayuso no lo descartó de plano, pero siempre ha sido remisa al control del Ejecutivo central. De hecho, ella misma bramó contra la prolongación de la alarma en numerosas ocasiones. Llegó a acusar a Sánchez de imponer "una suerte de dictadura". Eran los momentos en los que el Gobierno central se oponía a que la comunidad pasara de fase tan rápido, alegando que no estaba preparada, porque faltaban rastreadores, reforzar la atención primaria. "Yo soy la responsable de esto. Lo asumo y lo asumiré", llegó a afirmar la presidenta madrileña en mayo, en plena pelea con Sanidad. Ayuso se convirtió en la punta de lanza del PP para desgastar al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos.

"Dar garrotazos"

Sin embargo, ahora, cuando la segunda ola del virus está desbordando la atención primaria y amenaza con saturar la asistencia hospitalaria, los dos ejecutivos parecen dispuestos a cesar las hostilidades. "Madrid está en una situación terrible y más vale que nos pongamos las pilas todos. No pretendemos evidenciar la incompetencia de la presidenta, pero está ahí lo que ha hecho y lo que no ha hecho", indicaban desde la Moncloa. Otra fuente gubernamental explicaba que lo que busca la dirigente conservadora es "implicar" al Ejecutivo de Sánchez para corresponsabilizarle, sobre todo si se adoptan "medidas duras".

Pero no todas las señales van dirigidas a un supuesto intento de aparcar las diferencias políticas y centrarse en la gestión de los rebrotes. Al contrario. Poco antes de que la Moncloa y la Comunidad de Madrid difundieran el mismo comunicado, el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, lanzaba durísimas acusaciones contra el Gobierno. A juicio de la dirección de los conservadores, Sánchez se dedica a "atacar a los madrileños", por lo que Ayuso no solo tiene que defenderse "del propio virus", sino también del Ejecutivo central.

Desde Valencia, Maroto ha denunciado "el ataque permanente e injustificado que tienen Sánchez e Iglesias con los madrileños encabezados por la presidenta". El Gobierno, continuó el dirigente del PP, "está más obsesionado en dar garrotazos a comunidades autónomas que en ayudar a personas".