Presuntamente estrangulada por su novio después de que la pareja discutiera y ella decidiera poner fin a una relación de convivencia de unos nueve meses. El móvil machista del crimen de la mujer cuyo cadáver fue hallado en el interior del maletero de su vehículo la medianoche del pasado sábado en un descampado de Valencia apenas deja lugar a las dudas, más aún después de que varios testigos hayan confirmado a Levante-EMV cómo escucharon una semana antes a la pareja discutir, en torno a la dos de la madrugada del pasado 23 de agosto, "golpes y ruidos de sillas o algo quebrado, a ella gritándole que se fuera de la casa y acto seguido unas arcadas, como si no pudiera respirar, y un silencio total".

"Estaba marcando ya el número de la policía para llamar, pero como se callaron de repente, al final no llamé", reconoce apesadumbrada una vecina que descubrió que había sido testigo auditiva del crimen cuando una semana después la policía le informó del hallazgo del cadáver de Yesica Daniela G., de 33 años.

Todo indica que su novio, quien permanece huido, acabó con su vida en el domicilio que compartían con otro joven -que no estaba en la casa esa semana-, situado a menos de 200 metros del lugar en el que estaba estacionado el coche de Yesica, en cuyo maletero fue hallado su cadáver -en avanzado estado de descomposición- tras la denuncia por desaparición interpuesta por sus amigos, a quienes el sospechoso habría dado versiones contradictorias.

Los vecinos de la finca donde supuestamente se produjo este crimen machista aseguran que llevaban una semana sin ver a la pareja y que antes de eso tenían el vehículo de ella -el Citroën C3- donde fue hallado el cuerpo- estacionado en la misma puerta, aunque no recuerdan cuándo lo movieron de sitio. Los investigadores tratan de establecer ahora cómo el presunto autor pudo bajar el cadáver desde un cuarto piso sin ascensor, si contó con la ayuda de alguien y si movió el coche de sitio tras ocultar el cuerpo.

No obstante, resulta extraño que si movió el coche lo estacionara a escasos 200 metros del domicilio. Según las fuentes consultadas por este periódico, el sospechoso no tenía carné de conducir y estaba indocumentado, por lo que puede que tuviera miedo de desplazarse en coche y ser parado por la policía con un cadáver oculto en el maletero.

"Controlador y posesivo"

Fuentes del entorno de la pareja aseguran que Janner J., de 29 años y nacionalidad colombiana, es una "persona controladora, celosa y posesiva". Asimismo, aunque su amiga nunca les había confesado que sufriera malos tratos, éste sí que había llegado a ponerle la mano encima en alguna ocasión, pero Yesica jamás lo había denunciado.

La noche del sábado 22 al domingo 23 la pareja discutió airadamente, según relatan testigos que escucharon los gritos y cómo la víctima le decía: "¡Ándate!", echándolo de casa y poniendo punto y final a la relación. Tras los golpes, un sonido "como si la estrangulara, como si no pudiera respirar, es difícil de explicar", relataron estos testigos, y después el silencio más absoluto, como si no hubiera pasado nada.

El principal sospechoso del crimen es el que aparece en la fotografía adjunta al artículo, para que si alguien lo reconoce se ponga en contacto con la policía, y de esta forma el novio de la fallecida pueda aclarar lo ocurrido esa noche.