La Consejería de Educación ha insistido en que el próximo curso, "curso covid", será presencial y ha apelado a la "responsabilidad compartida" de la administración, los docentes y las familias para que sea "lo más tranquilo y seguro posible", lo que incluirá 143.000 test a los profesionales del sistema, el uso de 3 millones de mascarillas al mes y de 300.000 litros de hidrogel.

Así lo han dicho el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, y la viceconsejera, María del Carmen Castillo, en la presentación este miércoles del decálogo que responde a las dudas presentadas por las direcciones de los centros tras el rechazo de gran parte de ellos a las medidas anunciadas por el Gobierno andaluz para el regreso a las aulas, con lo que quieren enviar un "mensaje de tranquilidad".

Imbroda ha reconocido que existe una "inquietud y preocupación lógica" en el ámbito educativo ante el próximo curso, que se enfrente a circunstancia "inéditas" por la pandemia de coronavirus, aunque la viceconsejera ha vaticinado que "la vuelta será segura" si se toman "todas las medidas de precaución".

Imbroda y Castillo han presentado el decálogo tras las más de trescientas consultas y dudas planteadas por las direcciones de los centros educativos y los docentes sobre las instrucciones publicadas el 6 de julio para la vuelta al colegio, que han resumido en 91 preguntas que contestan en un documento de 31 páginas.

El decálogo se remitirá hoy a toda la comunidad educativa, y los equipos de la dirección de la Consejería de Educación estarán disponibles todo el mes de agosto para seguir respondiendo a todas las dudas que se planteen, ha indicado Imbroda tras afirmar que han tenido reuniones con 127 colectivos.

"Nuestros docentes no son sanitarios ha enfatizado el consejero para recalcar que desde Educación aplicarán los protocolos que les remita Salud, cuyos responsables se reúnen cada dos semanas para abordar posibles cambios de hábitos ante la evolución de la pandemia.

La pregunta más reiterada en las reuniones de los directores de centros con la inspección se refiere a la responsabilidad de los centros educativos en caso de que se detecte un caso positivo de coronavirus.

Ante ello, el texto elaborado por Educación es tajante: "La responsabilidad de un contagio en ningún caso se puede achacar a los centros o a sus equipos directivos. En primer lugar, habría que determinar, supuesto muy difícil, dónde se contagió la persona en cuestión, a lo que habría que añadir que el riesgo cero, como así señalan todas las autoridades y expertos en la materia, no existe".

Ante la sospecha de un contagio o la existencia de alguno, "la responsabilidad de la dirección de los centros se limita a la comunicación del mismo a la autoridad sanitaria y a actuar conforme a las pautas que ésta determine", añade la consejería.

"Las direcciones de los centros, al contrario de lo que se ha venido manifestando interesadamente por algunos sectores de la comunidad educativa, no asumen responsabilidades añadidas", insiste la consejería ante la posible responsabilidad civil y penal de las direcciones por una denuncia de una familia, de un docente o de otros profesionales del sistema.