Poco después de que se conociera el pasado lunes la salida de España de Juan Carlos I, debido a las sospechas de corrupción, el Gobierno difundió una breve nota. Se limitaba a mostrar su "respeto" por esta decisión y a elogiar la "ejemplaridad y transparencia" de Felipe VI. Este martes, en cambio, durante su comparecencia para hacer balance de sus primeros meses al frente del Ejecutivo, Pedro Sánchez ha ido algo más allá. El presidente ha aplaudido la marcha del Rey emérito, al considerarla "adecuada", y ha defendido a la Monarquía ante sus socios en la coalición, Unidas Podemos, partidarios de una república.

Los morados no fueron informados del paso dado por el exjefe del Estado, algo que han denunciado, pero Sánchez ha defendido que permanecieran en la ignorancia hasta que se produjo la salida, porque sus despachos con Felipe VI son "reservados y confidenciales".

Sánchez, desde la Moncloa, ha hecho una larga intervención antes de someterse a las preguntas. Ha hablado de la pandemia, de las iniciativas aprobadas y las que que aprobará, de los malos datos económicos y del cumplimiento de los acuerdos a los que llegó con Pablo Iglesias para lograr su investidura. Pero después apenas ha tenido que extenderse sobre estas materias. Todas las cuestiones tenían que ver con Juan Carlos I.

El presidente tenía una respuesta preparada, basada en cinco puntos. "El Gobierno manifiesta su absoluto respeto a la decisión que ha tomado la Casa Real, que ha decidido distanciarse de supuestas conductas cuestionables por parte de uno de sus miembros -ha dicho Sánchez-. En segundo lugar, algo que parece obvio: ha habido en los últimos tiempos casos de corrupción que afectaban a los partidos y los agentes sociales y no se han puesto en cuestión ni los partidos ni los agentes. Se juzgan personas, no instituciones. Don Juan Carlos ha dicho que está a disposición de la justicia. En tercer lugar, los medios de comunicación se están haciendo eco de las informaciones sobre don Juan Carlos, los jueces actúan y la Casa Real está marcando distancias. Cuarto: España necesita de estabilidad y de instituciones robustas. La línea marcada por la Casa Real en las últimas horas es la adecuada. Y el quinto: el Gobierno que yo presido considera plenamente vigente el pacto constitucional, que incluye la Monarquía parlamentaria".

Mensaje a Podemos

La última frase iba directamente dirigida a Podemos, que reclama un referéndum sobre la forma de Estado y se ha mostrado muy crítico con la marcha del Rey emérito. El mismo lunes, el líder de los morados y vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, señaló que la "huida al extranjero" del exjefe del Estado era "indigna" y dejaba a la Monarquía en una "posición muy comprometida", porque Juan Carlos I debería "responder por sus actos en España y ante su pueblo".

Este martes, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha denunciado que Sánchez mantuviera a su formación apartada de esta decisión, y no ha contestado cuando le han preguntado si esto le parecía una "deslealtad".

"Los asuntos de los despachos entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno son reservados y confidenciales", ha señalado Sánchez. Aun así, fuentes del Gobierno defienden la falta de información a los morados no tanto por esa "confidencialidad" entre Felipe VI y Sánchez, sino por el propio carácter republicano de los morados.

Sánchez, que no ha querido explicar de qué vivirá el Juan Carlos I en el extranjero ni dónde se encuentra en estos momentos (algunas versiones hablan de Portugal; otras de República Dominicana) ha intentado quitar hierro a la tensión interna. "Este es un gobierno de coalición. En algunas cuestiones tenemos diferencias", ha señalado, antes de volver a una de sus constantes: la defensa de Felipe VI, para que toda este escándalo no contamine a la Jefatura del Estado. El actual Monarca, ha insistido Sánchez, "ha sabido marcar distancias ante unas supuestas prácticas que pueden ser susceptibles de un reproche judicial".

Pero al presidente, a diferencia de Podemos, no se ha mostrado preocupado por la posibilidad de que el Rey emérito, que no está siendo investigado por los tribunales suizos ni españoles pero podría serlo en el futuro, aproveche su salida para eludir el trabajo judicial. "Lo más importante es que don Juan Carlos ha dicho que se pone a disposición de la Justicia", ha concluido Sánchez.