La economía española entró en recesión técnica en el segundo trimestre del año tras registrar un desplome del PIB del 18,5% entre abril y junio, su mayor caída trimestral en la serie histórica que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que arranca en 1970. Hasta ahora, los mayores retrocesos trimestrales del PIB habían sido el del primer trimestre de este año (-5,2%) y el del primer trimestre de 2009 (-2,6%).

Con la fuerte contracción del PIB en el segundo trimestre, que coincide prácticamente con la vigencia del estado de alarma por la crisis sanitaria, España entra de nuevo en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.

Es la tercera vez en el siglo XXI en que la economía española afronta una recesión: durante la crisis de 2008 entró en ella en dos ocasiones, la primera vez en el cuarto trimestre de 2018 (saliendo de ella en el segundo trimestre de 2009) y la segunda en el segundo trimestre de 2011. Esta segunda recesión duró más tiempo, hasta el cuarto trimestre de 2013.

El periodo abril-junio se ha visto afectado de lleno por la paralización de numerosas actividades económicas como consecuencia de la declaración del estado de alarma, lo que ha provocado un retroceso de la economía sin precedentes en la historia reciente.

Sigue aquí el minuto a minuto de la crisis del coronavirus

Esta caída del PIB en el segundo trimestre se acerca bastante a las previsiones que habían realizado distintos organismos. La AIReF había pronosticado un descenso del 20%, el BBVA lo situaba en el entorno del 17% y el Banco de España estimó que la contracción del segundo trimestre oscilaría entre el 16% en el mejor escenario y el 21,8% en el peor, con una caída media del 20%.

En tasa interanual, el PIB del segundo trimestre se contrajo un 22,1%, frente al descenso del 4,1% del trimestre anterior. Se trata del mayor retroceso interanual de toda la serie. Hasta ahora, la mayor contracción anual del PIB era la del segundo trimestre de 2009, cuando la economía española bajó un 4,4% interanual.

La demanda nacional restó 19,2 puntos a la variación interanual del PIB en el segundo trimestre, tasa 15,5 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, la demanda externa restó 2,9 puntos, lo que supone 2,5 puntos menos que en el trimestre pasado.

Consumo de los hogares

Los datos trimestrales muestran un hundimiento del consumo de los hogares del 21,2%, sin precedentes en la serie histórica. Por el contrario, el gasto público aumentó entre abril y junio un 0,4%, mucho menos de lo que lo hizo en el primer trimestre (+1,8%), mientras que el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares avanzó un 0,5%, tres décimas menos que en el trimestre precedente.

La inversión, por su lado, registró en el segundo trimestre un recorte histórico del 22,3%, con caídas del entorno del 25% o superiores tanto en el caso de la inversión en vivienda como en maquinaria y bienes de equipo.

Las exportaciones e importaciones también se desplomaron en el segundo trimestre, un 33,5% en el primer caso y un 28,8% en el segundo. Las ventas al exterior venían de decrecer un 8,2% en el trimestre anterior, mientras que las importaciones cayeron en el primer trimestre un 6,6%, mucho menos de lo que lo han hecho en el segundo.

Descenso récord de la inversión

En términos interanuales, el consumo de los hogares mostró un retroceso del 25,7%, su mayor caída en la serie histórica, mientras que el gasto público mantuvo el pulso y aumentó un 3,5% respecto al segundo trimestre de 2019, una décima menos que en el trimestre anterior. El gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro, por su parte, moderó su crecimiento interanual hasta el 3%, tres décimas menos que en el primer trimestre.

La inversión se hundió un 26,8% interanual en el segundo trimestre, una caída sin precedentes en los registros. Hasta ahora, el mayor retroceso interanual se había experimentado en el segundo trimestre de 2009 (-20,4%).

Las exportaciones retrocedieron un 38,6% respecto al segundo trimestre de 2019, en contraste con el descenso interanual del 6,1% del trimestre anterior, mientras que las importaciones se desplomaron un 33,1% (-5,5% en el primer trimestre).

3,34 millones de empleos menos

El INE señala que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes a la hora de medir la evolución del empleo.

Así, el empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, cayó en el segundo trimestre un 21,4% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de menor magnitud que la de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del -17,7%, lo que supone 15,8 puntos menos que en el primer trimestre) debido a la reducción de la jornadas medias a tiempo completo (-4,5%).

En términos interanuales, las horas trabajadas decrecen un 24,8%, tasa 20,6 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo retroceden un 18,5%, esto es, 17,9 puntos menos que en el primer trimestre, lo que supone que en un año se han destruido casi 3,4 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.

La construcción e industria se desploman

Desde la óptica de la oferta, casi todas las ramas presentaron en el segundo trimestre un peor comportamiento interanual que en el trimestre anterior, destacando la construcción, cuyo valor añadido bruto se hundió un 29,9% (-7,3% del trimestre anterior). La industria registró una contracción del 23,8% (-6% en el trimestre anterior), y los servicios, del 22% (-3,1% en el trimestre anterior). La agricultura fue el único sector que aumentó su valor añadido bruto, un 7,4%, muy por encima del 0,3% del trimestre anterior.

En el segundo trimestre, todas estas ramas destruyeron empleo, especialmente la construcción, que redujo el empleo un 20% respecto al primer trimestre (-3,9% en el trimestre anterior). Por su parte, los servicios registraron un descenso trimestral de la ocupación del 19,5% (-0,1% en el primer trimestre); la industria, del 14,8% (+0,8% en el trimestre anterior), y la agricultura, del 7,5% (-7,2% en el primer trimestre).

Si se miden las horas trabajadas, la construcción presentó en el segundo trimestre una caída interanual del 32,2%, en tanto que los servicios recortaron las horas trabajadas un 25,5% y la industria, un 20,9%. La agricultura moderó su descenso respecto al trimestre anterior, con una disminución de las horas trabajadas del 9,3%.

La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo se situó en el -4,4% y la productividad por hora efectivamente trabajada registró un avance del 3,6%.

El deflactor implícito del PIB aumentó un 1,3% respecto al mismo trimestre de 2019, tres décimas menos que en el trimestre pasado, mientras que la remuneración de los asalariados bajó un 13,1% interanual, tras reducirse el número de asalariados un 16,4%. El excedente de explotación, por su parte, cayó un 26% en el segundo trimestre, su mayor descenso en la serie histórica.

El crecimiento interanual del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 8,7%, tasa 7,4 puntos superior a la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (1,3%).

El PIB a precios corrientes registró una disminución interanual del 21,1%, hasta los 244.877 millones de euros, con lo que retrocedió a niveles de hace 14 años. Concretamente, no se registraba un valor tan bajo desde el segundo trimestre de 2006.