Los hermanos Pablo, Zoilo, José María, Javier, Alfonso y Álvaro Ruiz-Mateos irán a juicio en noviembre en Palma por un presunto delito fiscal en la compra del Hotel Beverly Playa Paguera de Mallorca en 2008.

El juicio estaba previsto para la semana del 30 de marzo y tuvo que aplazarse debido a la declaración del estado de alarma por el COVID-19. Según han informado a Europa Press fuentes próximas al caso, se ha fijado nueva fecha para la semana del 16 de noviembre.

Los seis hermanos se encuentran ingresados en la prisión de Aranjuez y en enero se decidió que podrían declarar por videoconferencia en el juicio, que celebrará el Juzgado de lo Penal número 4 de Palma.

En la prueba testifical declararán más de una quincena de testigos, la mayoría propuestos por la defensa. Cabe destacar que en la vista previa al juicio la Fiscalía renunció al interrogatorio de un antiguo representante legal de los Ruiz-Mateos.

Cuatro años de prisión

La Fiscalía, que cifra el supuesto fraude en 1,9 millones de euros, pide cuatro años de prisión para cada uno y una multa de 9,5 millones. El fiscal Anticorrupción Juan Carrau acusa a los hijos del empresario José María Ruiz-Mateos de defraudar al Govern en el pago de un impuesto autonómico en la transmisión del hotel, que ahora reclama la Agencia Tributaria de Baleares a través de la Abogacía de la Comunidad.

Por su parte, la defensa considera que no hay delito porque entiende que la operación estaba exenta de ese tributo y que no se produjo una ocultación a la Hacienda pública. En particular, argumenta que no se trató de la compra de un inmueble sino del 100% de una sociedad que poseía dos hoteles, el Beverly Playa en Mallorca y el Beverly Park en Gran Canaria.

La defensa también señala que en la escritura el notario emitió juicio de legalidad y que además el plazo para realizar la liquidación ya se habría extinguido -la operación tuvo lugar en diciembre de 2008-. Finalmente, sostiene que los seis hermanos no eran los responsables de estas decisiones.

"Estamos arruinados"

El pasado septiembre, durante el juicio por estafa en la compra del hotel Eurocalas de Mallorca, uno de los hermanos aseguró que tras la quiebra de Rumasa lo perdieron todo. "No tenemos nada, nuestras casas están hipotecadas, ejecutadas y embargadas; y no tenemos absolutamente patrimonio de ningún tipo, a pesar de las calumnias, estamos arruinados", declaró José María Ruiz-Mateos. Según las fuentes consultadas, precisamente, la carencia de recursos fue uno de los motivos que dificultaban llegar a un acuerdo con la Fiscalía en la vista celebrada en enero, ante la elevada multa que solicita la acusación.

En el caso del hotel Eurocalas, la Audiencia Provincial condenó a los seis hermanos a penas de entre dos años de cárcel y un año y nueve meses, y a pagar, cada uno de ellos, 9.000 euros de multa. También les impuso una indemnización de 12,7 millones de euros por un delito de estafa agravada.

Por otro lado, el Tribunal Supremo modificó en octubre de 2018 la sentencia a los Ruiz-Mateos por una estafa en la compra de los hoteles Beverly, rebajando parcialmente la pena de prisión al anular la condena por el delito de alzamiento de bienes y suprimir una agravante.