El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha pospuesto al 23 de septiembre la comparecencia como investigado por desobediencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, en su segunda causa por mantener en la sede del Govern una pancarta con un lazo amarillo a favor los presos del procés.

Según ha informado el TSJC, el magistrado instructor ha cambiado la fecha que anunció ayer, el 29 de julio, por el 23 de septiembre, para interrogar a Torra por su segunda causa por desobediencia, después de que el presidente catalán haya solicitado una modificación por tener la agenda oficial comprometida ese día.

De esta forma, la comparecencia fijada para el 23 de septiembre -que ya figuraba entre las que inicialmente había planteado el alto tribunal catalán- se celebrará después de que el Tribunal Supremo haya celebrado el próximo 17 de septiembre una vista sobre el recurso que presentó Torra a su condena a un año y medio de inhabilitación por desoír a la Junta Electoral Central (JEC) en su primera causa judicial por desobediencia por los lazos.

El TSJC acordó este jueves fijar la comparecencia de Torra como investigado el próximo 29 de julio, a las diez de la mañana, después de que la Oficina del presidente no dio respuesta a su petición del pasado 6 de julio para buscar una fecha compatible con sus obligaciones públicas como máximo responsable del Govern.

Sin embargo, una vez notificada la fecha del 29 de julio, el equipo de Torra solicitó un cambio por motivos de agenda oficial, por lo que finalmente el alto tribunal catalán ha accedido a citarle el 23 de septiembre, a las diez de la mañana, una fecha que, según el TSJC, ya había planteado el magistrado.

Torra está a la espera de que el Tribunal Supremo celebre el próximo 17 de septiembre la vista sobre su recurso a la condena de un año y medio de inhabilitación por desobedecer la orden de la JEC de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos en período electoral.

La segunda causa por desobediencia, abierta el pasado mes de febrero y que quedó en suspenso hasta hace pocas semanas porque Torra recusó a los magistrados de la sala, deriva de la negativa del presidente catalán a cumplir con una orden de la sala contenciosa del TSJC que le emplazaba a descolgar del balcón del Palau de la Generalitat una pancarta de apoyo a los políticos presos, de forma permanente, no solo en período electoral.