"No hay nada, son todo errores", asegura María Zaplana, una de las hijas del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro, tras declarar por primera vez ante la jueza de Instrucción 8 y el fiscal anticorrupción, investigadores del caso Erial. Había expectación por cómo afrontaba la familia Zaplana Barceló que ha comparecido este martes tras anularse en dos ocasiones sus declaraciones, previstas inicialmente para el pasado 25 de octubre. Según ha explicado la misma María Zaplana a la salida de su declaración, ha contestado a todas las partes en una comparecencia que, según sus propias palabras "ha ido muy bien porque hemos podido explicar los errores" por los que tanto ella como su madre, Rosa Barceló -que ha sido la primera en comparecer- se encuentran investigadas en el caso Erial.

La hija del exministro ha confirmado que se ha ratificado en lo que declaró ante los agentes del grupo de delitos contra la administración de la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil, cuando se desveló la causa en mayo de 2018. En su declaración ante la UCO María Zaplana aseguró que los 2,2 millones procedentes de Suiza que detectaron los investigadores eran de «negocios de las empresas de mi marido». También ha aclarado que los 3.500 euros que costaba mensualmente el alquiler del piso donde residía Eduardo Zaplana en la calle Pascual y Genís de València -donde fue detenido- "era un precio ajustado a mercado". También ha dado explicaciones sobre el piso en propiedad que posee en la calle Poeta Querol de València que, ha explicado, pudo adquirir tras una donacion de 600.000 euros de sus padres.

Según María Zaplana en el caso Erial "no hay nada, son todo errores que se subsanarán con el tiempo y la documentación aportada por la defensa". Además de María Zaplana y Rosa Barceló también han declarado Mitsouko Henríquez, la secretaria del expresidente y el marido de María Zaplana y yerno del ex ministro, Luis Iglesias.