Los Veintisiete tienen ya un principio de acuerdo sobre los criterios epidemiológicos que deben cumplir los países terceros a cuyos nacionales se permitirá viajar a la Unión Europea a partir del miércoles, 1 de julio, cuando el bloque empiece a abrir de manera limitada a apenas una quincena de países la frontera exterior que cerró en marzo para contener la propagación del coronavirus.

La "prudencia" del bloque ante los riesgos que supone retomar el tránsito con terceros países en el contexto de contención de la pandemia y las dudas respecto a la "fiabilidad" de los datos epidemiológicos proporcionados por países que se sitúan dentro de los índices de la UE han pesado en una negociación 'in extremis' que no concluirá formalmente hasta pocas horas antes de la reapertura anunciada.

El viernes ya los embajadores de los Estados miembros llegaron a un "texto de compromiso" sobre los criterios para elegir qué países podrán retomar el tráfico con la UE. Esta propuesta incluye una primera lista de quince países autorizados, entre ellos China, Marruecos y Australia, pero que deja fuera por temor a nuevos brotes a la mayoría, incluidos Estados Unidos, Rusia y Brasil.

Sin embargo, las delegaciones vieron necesario consultar con las capitales las posiciones de cada Estado miembro, por lo que se les dio de plazo hasta las 18:00 de este sábado para presentar comentarios o reservas al texto.

Aunque "no todos los Estados miembro han respondido" dentro del plazo y serán necesarias algunas "consultas más" a lo largo del domingo, tras analizar las posiciones que sí han llegado a tiempo la presidencia de turno de la UE cuenta con lanzar el procedimiento formal para la adopción de este acuerdo el lunes, según han informado a Europa Press fuentes europeas.

Ello es posible porque aunque el control de las fronteras es una competencia de los Estados miembro, la decisión en este caso se debe tomar por mayoría cualificada ya que afecta a políticas comunes como la libre circulación y los visados, por lo que puede salir adelante aún sin el respaldo unánime de los 27.

La lista de países cuyos nacionales serán los primeros en entrar en la UE incluye a Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China, según informaron a Europa Press fuentes europeas, que, precisan, en el caso de China el levantamiento del veto estará sujeto a reciprocidad.

Se trata de una primera relación de países, que se revisará periódicamente --probablemente cada dos semanas-- para alinearla en cada momento con la situación sanitaria.

Con ella, no solo quedan fuera de la primera fase Estados Unidos, Rusia, Brasil o Argentina, cuya situación epidemiológica no da garantías, sino que la lista también excluye a la mayoría de los Balcanes occidentales pese a que la Comisión Europea pidió que se les incluyera, y tampoco aparecen otros países con niveles de infección similares a la UE, como Cuba, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua o Venezuela.

Criterios epidemiológicos

En cualquier caso, el compromiso de los Estados miembros es basarse en criterios "epidemiológicos claros" que permitan acotar la lista en función de cuestiones sanitarias y científicas y no como consecuencia de decisiones políticas, de modo que la frontera se empiece a abrir a países en donde el alcance de la pandemia se encuentre en "los niveles de la UE".

Por ello, la recomendación pide que los elementos para decidir qué países tienen carta blanca para entrar se basen en el número de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos catorce días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo en los catorce días anteriores y la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.

Los Veintisiete, además, prevén una serie de excepciones para seguir permitiendo los viajes procedentes de los países vetados si se trata de circunstancias excepcionales, por ejemplo para permitir regresar a europeos o familiares de europeos atrapados en el exterior.

A las excepciones, los Estados miembro sopesan incluir nuevas categorías sugeridas por Bruselas, como es el caso de los estudiantes o de los trabajadores de alta cualificación.

Asimismo, deben consensuar cuál será el procedimiento de evaluación y validación de los cambios de la lista, porque los socios tienen claro que "no será un proceso automático".

También tienen claro los países de la UE que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) debe tener un papel fundamental a la hora de proporcionar los datos epidemiológicos que se tendrán en cuenta, aunque no está claro si tendrá peso a la hora de validar la lista final o será una decisión única de los Estados miembro, que tienen competencias exclusivas en materia de gestión de fronteras.