Tras anunciar la reapertura del sector hostelero en Inglaterra, el Gobierno británico ultima la negociación de puentes aéreos con varios países europeos, entre ellos España, y revisa la cuarentena impuesta a todos los viajeros que llegan al Reino Unido en un intento de dar oxígeno a la industria turística, fuertemente golpeada por la pandemia.

El Ejecutivo de Boris Johnson planea así los últimos pasos de la desescalada con la creación de puentes aéreos, que se iniciarían a partir del 4 de julio -coincidiendo con la apertura de hoteles, bares y restaurantes- hacia destinos vacacionales populares y considerados de "bajo riesgo" en relación a la Covid-19, como España, Francia, Italia, Grecia o Alemania.

El ministro de Transporte, Grant Shapps, ha avanzado que la decisión de establecer estos corredores seguros se conocerá el lunes, cuando el Gobierno anunciará también si se exime a los pasajeros de estas rutas de cumplir la obligatoria cuarentena de 14 días, que, no obstante, seguirá en pie para aquellos que no procedan de las naciones incluidas en el pacto.

Desde el 8 de junio, cualquier persona, incluidos los británicos, que llega en avión, tren o ferry al Reino Unido debe permanecer en su alojamiento durante 14 jornadas, bajo riesgo de ser multada si decide saltarse el aislamiento, con el fin de contener la propagación del coronavirus del que podría haberse infectado en su lugar de origen.

Ante un comité parlamentario de gestión de la crisis sanitaria, Shapps afirmó que los países con los que se acordarán los corredores deberán tener un modelo de sanidad público "equivalente" al Sistema Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) y un "sistema de rastreo", pese a las deficiencias encontradas en el método de detección del virus implantado en el Reino Unido.

"Queremos estar seguros de que no hay rebrotes por parte de británicos que viajan y vuelven o gente que viene de otras áreas, y la cuarentena sirve a este propósito, pero también somos conscientes de que hay áreas donde el virus está más bajo control y estamos en conversaciones con ellas, por lo que diremos algo más al respecto el 29 de junio", señaló Shapps.

Según el diario 'The Telegraph', los primeros puentes aéreos se establecerán con países del Mediterráneo y sur de Europa, lo que incluye a España, el principal destino turístico para los británicos y donde miles de ellos tienen segundas residencias.

El objetivo es permitir a estos ciudadanos poder disfrutar de sus vacaciones sin tener que guardar una cuarentena de regreso a casa, pero también abrir las puertas del país a los visitantes con los que el sector turístico confía salvar la temporada.

Se trata de mitigar el efecto que la cuarenta está teniendo en el descenso de llegadas, que repercute en las empresas turísticas y aerolíneas, que se han querellado contra el Gobierno en un intento de lograr que la Justicia elimine esta medida.

En el primer grupo de naciones no entraría Portugal, debido a la aparición de rebrotes de coronavirus. Una semana después, en la segunda fase de este plan, se añadirían Dinamarca, Noruega, Finlandia y Holanda, así como otros destinos, como las islas del Caribe y la isla Reunión, un departamento francés de ultramar situado en el océano Índico.

El gabinete de Johnson trata de equilibrar su gestión entre las presiones del sector hostelero y turístico, que aboga por una mayor celeridad en el restablecimiento de la actividad, y las alertas lanzadas por expertos sobre la alta probabilidad de que el país sufra un segundo brote del virus.

La industria turística y hostelera ha presionado al Ejecutivo hasta lograr que modificara la distancia de seguridad de dos a un metro y persigue la abolición de la cuarenta aduciendo que es una medida que pone en riesgo 1,5 millones de puestos de trabajo en el Reino Unido.

Varios grupos de profesionales sanitarios han alertado de que el Reino Unido enfrenta el "riesgo real" de que se produzca un segundo pico de Covid-19 el próximo invierno y han aconsejado al Gobierno que tome medidas a fin de evitar más fallecimientos, ya que tras detectarse la pandemia se carecía de suficiente número de test, equipos de protección y unidades de cuidados intensivos.

A esta llamada de atención, publicada en el 'British Medical Journal' por representantes del Real Colegio de Cirujanos, de las enfermeras y de los médicos, se une otra advertencia difundida hoy en la misma revista, en la que otros expertos médicos señalan que los test de anticuerpos facilitados a empleados sanitarios y cuidadores británicos carecen de una "evaluación adecuada".

En las últimas tres semanas, el sistema de rastreo de contagios ha aconsejado a más de 100.000 personas en Inglaterra que se aíslen por haber tenido contacto cercano con ciudadanos que han dado positivo por Covid-19. Sin embargo, las cifras señalan que un cuarto de los infectados no han podido ser contactados.

Los datos sobre la tasa de infección, que se sitúa entre el 0,7 y el 0,9, sugieren que la cantidad de virus que circula por el país no ha aumentado en las últimas seis semanas, pese a la relajación de las restricciones.

En las últimas 24 horas, el Reino Unido ha registrado 149 nuevas muertes por Covid-19, lo que eleva el número total de fallecimientos hasta los 43.230.