La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió este viernes a los líderes de la Unión Europea (UE) de que no aprobar rápido un plan de recuperación tras la pandemia podría dar al traste con el incipiente repunte de la economía generado por las medidas aprobadas hasta el momento.

Lagarde intervino por videoconferencia en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno comunitarios que se celebra este viernes para empezar a negociar el plan de recuperación planteado por la Comisión Europea para que los Veintisiete emerjan de la profunda recesión en que les sumirá la pandemia. "La acción decidida y efectiva de los Gobiernos nacionales y los actores europeos ha probado su valor: han allanado el camino para un rebote hacia el final de año y ayudado a ganar algo de tiempo. Esto se refleja en el sentimiento del mercado, pero un fracaso podría llevar a un cambio en ese sentimiento", dijo Lagarde en su intervención, según fuentes europeas.

La presidenta del BCE advirtió de que cuanto antes se acuerde el plan de recuperación mejor le irá a la economía europea y subrayó que este paquete debería ser amplio, rápido, flexible y estar "firmemente anclado en reformas económicas".

Lagarde recordó a los líderes que las últimas previsiones del emisor de la eurozona apuntan a una caída trimestral del PIB comunitario del 13% en el segundo trimestre del año y una contracción del 8,7 % al final del ejercicio.

Asimismo advirtió de que el peor impacto sobre los mercados laborales está aún por llegar y la tasa de paro en la UE podría subir al 10%, lo que podría afectar particularmente a los jóvenes.

Lagarde llamó a "dar forma a una visión positiva" para la economía europea y pidió "determinación común y unidad" para "demostrar que la UE ha vuelto".

A nivel comunitario el BCE ha sido hasta ahora el principal cortafuegos ante los efectos de la pandemia, aprobando un paquete de compras de deuda específico por valor de 1,35 billones de euros y manteniendo sus bajos tipos de interés.

A ello se suma una batería de medidas aprobadas en abril por los Veintisiete por valor de 540.000 millones de euros en créditos para Estados y empresas para la respuesta inmediata a la crisis, que complementa las medidas fiscales y de liquidez implementadas por cada Gobierno.

Próxima cita en julio

En este sentido, los jefes de Estado y de Gobierno han concluido su reunión telemática sin progresos sustanciales sobre el diseño del futuro plan de recuperación económica tras la pandemia, tal y como era previsible, y se han citado a una nueva reunión a "mediados de julio" que, si es posible, será presencial en Bruselas y en la que intentarán llegar a un acuerdo.

En una rueda de prensa tras cuatro horas de cumbre telemática en las que los líderes europeos han expresado sus planteamientos, el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, ha explicado que, aunque hay un "consenso emergente", todavía hay "dificultades" en algunos puntos sobre los que deben trabajar.

"Tenemos la intención de tener una cumbre presencial a mediados de julio en Bruselas", ha explicado el exprimer ministro belga, que será el encargado de poner una nueva propuesta para el presupuesto de la UE para los próximos siete años como para el fondo de reconstrucción con el que contrarrestar tras la pandemia de Covid-19.

Merkel

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel advirtió este viernes tras la cumbre con los otros líderes europeos que se necesita un acuerdo rápido sobre el plan para hacer frente a la repercusiones económicas del coronavirus debido a las dimensiones de la crisis. "Está claro que necesitamos un acuerdo rápido. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, nos ha recordado que estamos ante la crisis económica", dijo la canciller en una comparecencia ante la prensa.

Merkel aseguró que no hay disenso sobre la construcción jurídica del plan, en el que la Comisión acudiría a los mercados para financiar el paquete de 750.000 millones de euros, pero si en cuanto al monto y la estructura de las ayudas. "Algunos quisieran que se otorgaran solo créditos y no ayudas a fondo perdido, otros preferían menos créditos y más ayudas", explicó Merkel.

"Sin embargo, creo que estamos en una situación en la que podemos empezar a negociar. Las distintas posiciones no se han hecho más radicales", agregó.

Merkel dijo que ella había expresado que el criterio para repartir las ayudas no debe ser solo la forma en que cada país haya sido afectado por la pandemia sino también por cómo han sido las repercusiones económicas, aunque admitió que de momento esto todavía es difícil de precisar.