Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han pedido al presidente Pedro Sánchez que en la próxima cumbre de Bruselas defienda una Europa comprometida con sus ciudadanos y capaz de dar una respuesta ambiciosa, con recursos suficientes para la reconstrucción económica.

"Queremos más Europa, queremos una Europa comprometida con los ciudadanos y que los recursos que vengan sean libres y sirvan para reconstruir los daños causados por el COVID-19", ha dicho Álvarez en declaraciones remitidas a los medios tras el encuentro en Moncloa. "Emplazamos a todas las fuerzas políticas españolas a que defiendan la llegada de recursos para activar la economía española que no conlleven recorte de gasto social (...) es determinante que estos recursos sirvan no para justificar recortes, sino para reactivar la economía y el tejido productivo español", ha afirmado Sordo.

Álvarez y Sordo han entregado al presidente del Gobierno la resolución de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), en la que urge a los líderes europeos a comenzar una estrategia europea de recuperación "ambiciosa y coordinada", que proteja la economía y refuerce la industria y los servicios públicos con un plan de inversiones que cree empleo de calidad. La CES aboga por una recuperación basada en un modelo económico "más sostenible, inclusivo y justo", con el foco en la innovación digital al servicio de las personas, los compromisos ambientales o la lucha contra el desempleo, especialmente entre los jóvenes.

Entre sus propuestas está introducir sanciones económicas para los superávits comerciales de los países miembros por encima del 3 % del producto interior bruto (PIB), crear un seguro de desempleo y una renta mínima garantizada a nivel europeo, un instrumento permanente que permita emitir deuda respaldada por el presupuesto comunitario o elevar los límites del Pacto de Estabilidad al 100 % del PIB en el caso de la deuda pública y al 4 % del PIB en el caso del déficit.

También plantea la necesidad de dejar fuera del procedimiento de déficit excesivo el gasto público en inversión y educación, fijar un tipo mínimo para las grandes corporaciones a nivel comunitario del 15 % sobre su resultado contable o introducir impuestos paneuropeos para financiar el presupuesto comunitario.

"La reacción al brote en cuanto a la coordinación de los Estados miembros y las iniciativas de la Unión Europea ha llegado muy tarde", critican los sindicatos que piden corregir esta forma de actuar. También piden que se controle a las empresas que reciban ayudas.

La financiación del plan de recuperación, exponen, debe estar condicionada a la creación de puestos de trabajo decentes, al cumplimiento del pago de impuestos y a la consecución de los objetivos climáticos acordados mediante una transición justa. "Es importante que cualquier empresa que se niegue a negociar con los sindicatos no reciba subvenciones, fondos u otros contratos públicos", subrayan.