La imagen muestra a 16 personas a pie de un avión, además del piloto. Dos de ellos llevan camisetas del Barça. Acuden a ver la final de la Champions entre el equipo catalán y la Juventus de Turín, el 6 de junio de 2015. En la foto, que adelanta El Periódico de Catalunya, aparecen Rafael Ribó, actual Sindic de Greuges catalán, el ex diputado de Convergència R. C. y su esposa Francesca Guardiola, hermana de Pep Guardiola, que entonces era subdirectora de Relaciones Exteriores del gobierno de Artur Mas y ahora es Delegada del Govern en los países nórdicos.

También están Josep Antoni Rosell, entonces director general de Infraestructures.Cat y el empresario Jordi Soler Paredes, quien habría pagado el viaje de todos. Estos dos últimos están investigados por la Audiencia Nacional en el caso 3 por ciento de financiación ilegal de Convergencia Democrática de Catalunya. La fotografía fue enviada el 7 de junio de 2015 a través de whatsapp por "uno de los posibles asistentes" a Jordi Soler y recuperada luego por la Guardia Civil al analizar el teléfono móvil del empresario investigado por participar en la trama corrupta.

El informe de la Guardia Civil entregado al juez el pasado 1 de agosto revela que el viaje en el vuelo AOJ96 de Air Charter Service Spain "tuvo un coste total de 39.900 euros, fraccionado en tres tramos de 13.300 euros facturados a nombre de tres empresas diferentes: Electromecánica Soler, Grup Soler Constructora y Soler Global Service", todas del empresario investigado.

Catering VIP Standard

Según la documentación remitida al juez, el avión contratado por Soler fue un Dassault Falcon 900EX, con 14 asientos para pasajeros, que podían llevar un equipaje pequeño, de 20 kilos por persona, y disfrutaron de un "catering VIP Standard". Los 14 viajeros salieron del aeropuerto de El Prat el 6 de junio a las doce de la mañana y llegaron a Berlín a las dos y diez de la tarde. Regresaron a Barcelona después del partido, que terminó con el triunfo del Barça por 3-1.

El nuevo informe de la Guardia Civil ratifica los indicios que ya estaba investigando el juez De la Mata. En otro informe anterior, del pasado mes de marzo, que avanzó el diario El País, los investigadores apuntaban la existencia de "Nuevas modalidades en la asunción de pagos en contraprestación por la operativa investigada", en alusión a la trama del 3 por ciento. Allí incluían la "Invitación para asistencia a eventos deportivos". Según la Guardia Civil, se "realizaban a personas del entorno del partido político investigado y de las administraciones adjudicatoras para asistir a presenciar diversos eventos de ocio, como es el caso de invitaciones para el desplazamiento, alojamiento y asistencia a partidos de futbol u obras teatrales".

"Gran desembolso económico"

El caso del viaje a la final de la Champions fue, según la Guardia Civil, un regalo de "especial relevancia" por el "gran desembolso económico" que supuso para Soler dentro de esas invitaciones que pretendían obtener "un trato favorable" de las autoridades y hacer que tuviera “cierta capacidad de influencia” para conseguir obras públicas en Cataluña.

Los investigadores recuperaron varios mensajes entre los viajeros a la final de la Liga de Campeones de fútbol. En uno de ellos, el 3 de junio de 2015, el ex diputado R. C., uno de los invitados al viaje según la Guardia Civil, escribió al empresario: "El Rafael tiene una entrada proveniente del Barceló y me pregunta si hay plaza para su hija Alba". Soler responde "Oki. Ahora ya somos 14 y 14". Se refieren al Sindic de Greuges, Rafael Ribó y a su hija, que formaron parte de los pasajeros.

A las tres y nueve minutos de la tarde del 6 de junio, ya en Alemania, el empresario advierte desde el aeropuerto de Berlín a su secretaria de que no van demasiado cómodos en su traslado hacia el estadio. "Eva, habla con la del avión. Las furgos que nos han venido a buscar son en total 12 pax y somos 14. De momento vamos, pero muy estrechos".

Un mensaje más que consta en el sumario revela el carácter reservado del vuelo. El empresario Soler escribe a las cinco y media del 6 de junio, horas antes del partido de fútbol, a un familiar. "Ahora estoy en Berlín. No le digas a nadie. Ya te explicaré. Viaje "comercial"."

"Gracias por un día único"

Tras la victoria del Barça y el regreso a Cataluña, R. C. escribe al empresario en su nombre y el de su mujer, Francesca Guardiola. "Muchas gracias Jordi por hacernos posible vivir un día tan único como el de ayer. F&R".

No fue el único caso. La Guardia Civil considera que "El señor Soler agasaja a directivos de CDC y/o responsables políticos del mismo partido, facilitándole entradas para asistir a partidos de futbol" y que, "del contexto de alguno de los mensajes reflejados se evidencia la finalidad o aparente intencionalidad perseguidas por el señor Soler con estas invitaciones".

Fue el caso de un partido de cuartos de final de la Copa del Rey, celebrado en enero de 2012 entre el Real Madrid y el Barça en el Santiago Bernabéu. El empresario investigado ofreció entonces entradas a Albert Batet, que era alcalde de Valls (Tarragona) y ahora es portavoz de Junts per Catalunya en el Parlament. Soler le propuso invitarle al partido, ya que el político estaba en Madrid y el tenía "varios asientos". Este respondió: "Ostias, estoy con Quico Homs, haciendo ponencia congreso CDC, dp te llamo!!!". Y acudió finalmente al partido en Madrid.

Jordi Soler confesó en junio de 2018 ante el juez De La Mata que había realizado pagos a fundaciones próximas a Convergència para conseguir obras públicas en lo que llamó "la Cataluña interior". Entonces aseguró que para conseguir las obras había que estar "en una lista" y que para entrar en la lista colaboró con sus fundaciones. Luego, empezó a ganar obras. "Yo hice lo que me aconsejó mi abuelo. El decía que en la Guerra Civil cuando matabas a un pollo había que esconder las plumas para que el vecino no supiera que habías matado a un pollo".

La Audiencia Nacional investiga ocho obras concedidas al empresario Soler, que donó 664.604 euros a fundaciones próximas a CDC entre 2008 y 2015. Se trata de un ambulatorio en Mataró, el mantenimiento de edificios escolares de Barcelona, las obras del instituto Lluís Peguera en Manresa, la construcción de un centro cívico en Sant Fruitós de Bages, el mantenimiento integral del Instituto de Seguridad Pública de Catalunya (en Mollet del Vallés), la rehabilitación del pabellón de Nuestra Señora de La Merced en el recinto histórico del hospital de la Santa Creu y Sant Pau, la urbanización en torno a bloques del Incasol en Sabadell, y el suministro y servicio integral del alumbrado público en Tona. Los cuatro últimos contratos supusieron 6,5 millones de euros para las empresas del Grupo Soler, según los informes.