El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido este jueves que el Gobierno hizo lo que tenía que hacer en ese momento cuando autorizó la marcha del 8-M en Madrid a la que acudieron cientos de miles de personas.

Preguntado en rueda de prensa desde el Palacio de La Moncloa si el Gobierno se arrepiente de haber permitido la manifestación ha contestado: "Hicimos lo que teníamos que hacer con la información que teníamos en ese momento", ha dicho el ministro, que se ha quejado de lo fácil que resulta "predecir el pasado" con los datos con los que se cuenta en el momento actual.

Illa ha reivindicado que España siempre ha actuado en concordancia con las recomendaciones del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y con la Organización Mundial de la Salud (OMS) que no decretó la pandemia hasta el 11 de marzo, sólo tres días antes de que España impusiera el decreto de alarma.

Antes, en su comparecencia semanal en la Comisión de Sanidad del Congreso, Illa ha considerado que los datos muestran una evolución "muy favorable" de la epidemia de coronavirus, con una tendencia descendente sostenida durante las últimas nueve semanas, a pesar de "algunos" rebrotes aislados en los últimos días que han sido detectados precozmente y los contactos aislados.

Illa defiende a su equipo: "estoy orgulloso de ellos"

Illa defiende a su equipo: "estoy orgulloso de ellos"

Salvador lla defiende a su equipo: "Estoy orgulloso de ellos". Vídeo: Agencia ATLAS.

Illa ha subrayado que "difícilmente" se habría conseguido llegar a la actual situación de la pandemia sin la declaración del estado de alarma.

"Hoy, a pesar de haber reducido drásticamente la transmisión de la enfermedad, sigue siendo necesario ordenar y controlar la movilidad, algo que solo es posible mediante esta figura constitucional", ha considerado.

Los datos, según Illa, constatan que el esfuerzo realizado ha tenido sus efectos sobre la evolución de la epidemia y que vamos consolidando de forma segura los pasos que vamos dando.

"Vamos, por tanto, por buen camino, incluso más rápido que otros países, pero debemos conservar la prudencia porque no podemos dar ningún paso atrás que nos pueda poner de nuevo en riesgo e impida seguir avanzando hacia la nueva normalidad".

Y es que en los últimos días se han producido "algunos" rebrotes, en concreto en Lleida, Totana (Murcia) y Cuenca, pero se han detectado "precozmente" y se han controlado las infecciones gracias al aislamiento de las personas.

Estos casos demuestran, según Illa, que los sistemas de detección precoz "funcionan", si bien ha incidido en que "no puede haber relajación" en las medidas.

Precisamente, este jueves se ha conocido que las autoridades surcoreanas han pedido reforzar durante las próximas dos semanas las medidas de distanciamiento en Seúl, donde también han ordenado el cierre de parques, museos, cines y otros espacios públicos ante el fuerte repunte de casos ligado a un brote en una nave comercial.

La posibilidad de un rebrote ha estado presente en las intervenciones de los grupos y el ministro ha reconocido que el proceso de desescalada es "complejo".

"No es un sprint, sino una carrera de fondo en la que lo importante es llegar al final, sin dar pasos en falso que nos hagan retroceder a todos", ha advertido Illa.

Para atajar los posibles rebrotes, ha defendido la realización de PCR (las pruebas diagnósticas más fiables) para detectar los casos en 24 horas frente al uso de aplicaciones informáticas de rastreo de contactos, que tienen que funcionar en todo el país y estar conectadas con Europa.

Estas aplicaciones, a su juicio, pueden "sobrecargar" el sistema sanitario, por lo que ha instado a "pensarlo muy bien".

Illa ha dicho que se ha hecho un "esfuerzo muy importante" en las contrataciones de las comunidades autónomas para afrontar este trabajo de "rastreo".

"Lo fundamental es que haya una red de detección precoz" con gente que pueda hacer el seguimiento "activo" de contactos, que no tienen que ser personal sanitario, ha subrayado Illa.

Illa descarta que exista "oscurantismo" en las cifras

Durante la comparecencia, varios grupos de la oposición como PP, Vox y Ciudadanos han acusado al Ejecutivo de "maquillar" las cifras y ocultar fallecidos por coronavirus, después de que el Ministerio haya modificado el sistema de recopilación de datos, lo que provocó la disminución de casi 2.000 muertos en la serie histórica.

El ministro ha defendido las estadísticas publicadas por su departamento sobre la evolución de la pandemia que recogen entre otras cosas el número de positivos y fallecidos por COVID-19 con lo que ha descartado que haya "oscurantismo" o "improvisación".

Algunos de los diputados le han recordado que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) ha notificado 43.000 muertes más de las esperadas desde el 17 de marzo y hasta el 25 de mayo.

En referencia a esto, el ministro ha reconocido que hay un incremento "importante" de la mortalidad respecto al mismo periodo del año anterior, pero "la cuestión" es si todo es debido al COVID-19 o no".

Ha mantenido que el nuevo sistema de recopilación de datos es más preciso, muestra una mejor fotografía de la evolución de la pandemia y ha insistido en que el cómputo de fallecidos se hace con criterios que indican las autoridades internacionales.

"Computamos como fallecidos a las personas que tienen diagnóstico positivo mediante un test PCR, no a los que presentaban síntomas compatibles con o sintomatología clínica compatible con", ha abundado el ministro.

Por eso, ha querido resaltar que no hay oscurantismo en las cifras ni tampoco improvisación, lo que ha hecho el Ministerio ha sido adaptar la definición de caso a medida que se ha ido conociendo más el virus.

"Entramos en una fase de análisis más fino, que nos da una imagen mucho más real de como está la situación", ha afirmado Illa, quien ha reconocido que para él hubiera sido más cómodo mantener el mismo formato, a la vez que ha recalcado que en la calidad de recogida de datos España está "en la banda alta".