Cientos de cordobeses se han despedido por las calles de la ciudad, entre vítores y aplausos, del líder histórico de IU Julio Anguita, fallecido ayer y cuyos restos mortales ya han sido trasladados al cementerio de La Fuensanta de Córdoba.

Sobre las 17:00 horas, el féretro ha salido de la capilla ardiente, que ha estado instalada durante un día en el salón de plenos del Ayuntamiento de Córdoba, en dirección hacia el camposanto cordobés.

En la calle, cientos de cordobeses, tratando de respetar lo mejor posible una distancia de seguridad, se han agolpado para homenajear al que fue el primer alcalde la ciudad tras la constitución de las corporaciones locales hace más de 40 años.

Aplausos también desde los balcones y gritos de ¡Julio, Julio!, os mientras el cortejo fúnebre discurría por las vías de la ciudad hasta llegar al cementerio, donde será enterrado en la más estricta intimidad.

El libro de condolencias virtual expuesto en la página web del Ayuntamiento de la ciudad ha recogido hasta el momento cerca de 12.000 mensajes de condolencia por la muerte de Juilo Anguita.

El líder político falleció ayer en Córdoba tras no superar un problema cardiorrespiratorio y haber pasado una semana ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Reina Sofía de la ciudad.

No era la primera vez que Julio Anguita tenía problemas de corazón, ya que tuvo un infarto en Barcelona en plena campaña electoral en 1993 y otro en Córdoba cinco años después, mientras que en 2009 y 2014 también ingresó por problemas cardíacos en centros hospitalarios de Cádiz y Salamanca, respectivamente.

Anguita ha sido una de las figuras clave en la organización y la representación de la izquierda en la historia reciente de España.

Fue secretario general del PCE entre 1988 y 1998, y promovió la unidad de formaciones que entonces estaban en contra del PSOE, con el que marcó siempre las distancias, fue coordinador general de Izquierda Unida entre 1989 y 2000, cuando volvió a la enseñanza en un instituto de Córdoba.

Primer alcalde comunista de Córdoba desde la Guerra Civil, en 1996, y como candidato a la presidencia del Gobierno, hizo de IU la tercera fuerza parlamentaria, con 21 escaños, solo superada por el PP y el PSOE.