La exdirectora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, desaconsejó cambiar de fase por no tener garantizado el suministro de EPIs, falta de personal principalmente en la Dirección General de Salud Pública para la vigilancia epidemiológica y en Atención Primaria y tener más pacientes ingresados en UCI que la capacidad habitual de este recurso.

Así consta en el informe donde Fuentes analiza la situación de la Comunidad de Madrid para el desconfinamiento, fechado el pasado 5 de mayo, al que ha tenido acceso Europa Press y que ha sido adelantado por la Cadena Ser, en el que concluye que "en estos momentos evaluando los datos disponibles, no es recomendable pasar de fase".

Fuentes, que dimitió el jueves después de el Gobierno regional tomara el miércoles la decisión de solicitar al Ministerio de Sanidad pasar a la Fase 1, expone que "en la actualidad existe una circulación moderada de SARS-CoV-2 en la Comunidad de Madrid, a expensas fundamentalmente de casos secundarios que se están generando en el medio familiar, casos en personal sanitario o socio sanitario y casos en residencias".

"La tendencia es descendente, acorde con la mayoría de indicadores de estrés del sistema sanitario, en cuanto a atenciones en urgencias, hospitalizaciones y UCIs", reconoce, pero agrega que "es necesario, para proceder al inicio del desescalamiento llegar a un número de casos que pueda ser asumido por el sistema epidemiológico de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, de forma que puedan cortarse la transmisión de todas las cadenas epidemiológicas que se generen".

"Para ello es necesario reducir la población objeto de investigación epidemiológica por medio de la realización de PCR a todos los casos sospechosos, de esta forma pasaran a ser confirmados un número sobre los que sea posible poner en marcha las medidas preventivas necesarias, desde los criterios epidemiológicos de control", explica, para pronosticar que "en las próximas semanas es previsible que se pueda tener el control epidemiológico y poder pasar a la fase de transición".

La experta en epidemiología señala como "limitaciones añadidas para iniciar el desconfinamiento" aspectos relacionados con el suministro de recursos materiales, la necesidad de recursos humanos y el desarrollo del sistema de información de vigilancia epidemiológica.

Respecto al material, pone de manifiesto que "en estos momentos no está garantizado el suministro de equipos de protección individual (EPI) para la asistencia normalizada ni de otros materiales necesarios en ambos niveles asistenciales".

Asimismo, apunta a necesidades de recursos humanos "principalmente en la Dirección General de Salud Pública para la vigilancia epidemiológica y de refuerzos de personal en atención primaria para el seguimiento de pacientes en aislamiento domiciliario".

Destaca también la necesidad del sistema de información de vigilancia epidemiológica para facilitar la explotación de los datos y dar contestación a los indicadores establecidos por el Ministerio.

En cuanto a las camas de UCI, constata que sigue habiendo "más pacientes Covid ingresados en UCI que la capacidad habitual de camas de UCI en la Comunidad de Madrid".

"El éxito de la caída de la curva se debe al confinamiento a que se ha sometido a la población, y con la desescalada deben de ponerse en marcha en un contexto de presencia de casos asintomáticos o sintomáticos de SARS-CoV-2, los medios necesarios para investigar y cortar las cadenas de transmisión que se produzcan.

Estos medios pasan por disponer de epidemiólogos y agentes de control suficientes, PCR para cualquier caso con sospecha y control y aislamiento seguro de los casos y contactos que se identifiquen", aconseja el informe.

Madrid consultó otros informes y expertos

La Comunidad de Madrid pidió este jueves pasar a la fase 1 de desescalada, aspecto que ha sido denegado por el Ejecutivo estatal aludiendo a que tiene que consolidar los servicios de Atención Primaria.

Para ello, el Ejecutivo autonómico contó también a la hora de decidir solicitar entrar en la fase 1 de la estrategia de desescalada marcada por el Ejecutivo estatal con informes técnicos y valoraciones de expertos en materia sanitaria, que eran favorables a dar ese paso y manifestaban que la región cumplía los requisitos.

Fuentes regionales han detallado que en la mañana del miércoles, antes de la decisión del Consejo, la Consejería de Sanidad albergaba dudas sobre si Madrid cumplía con todos los requisitos marcados en la estrategia de transición. En ese debate técnico, la directora general de Salud Pública era contraria a plantear la medida.

No obstante, según las mismas fuentes, se consultó también a diversos expertos y se recabaron informes para medir la caída del impacto del coronavirus en la región. Entre los consultados estaba Antonio Zapatero, que llevó la gestión médica del hospital de Ifema y a quien Ayuso ha designado como nuevo viceconsejero, como responsable precisamente de la estrategia ante el Covid-19.

Los datos que se aportaban para avalar la petición se sustentaban en la caída de la presión asistencial del coronavirus en camas convencionales y en UCI (83 y 64% respectivamente) y la posibilidad de llegar a unas 26.000 camas con los medios de la sanidad pública y privada.

También pesó los criterios socioeconómicos al consultarse a agentes sociales, en relación a las dificultades de parte de la población por la carencia de ingresos o la necesidad del tejido productivo, como la hostelería, de retomar paulatinamente la actividad.