El plan elaborado por los hosteleros sobre el proceso de desescalada en el sector incluye entre sus propuestas hacer tests rápidos de COVID-19a los clientes en la entrada de los locales como forma de dar seguridad al consumidor y conseguir así una recuperación de la actividad más rápida.

Así figura en el documento enviado este viernes al Gobierno, que también incluye medidas como hacer cuestionarios epidemiológicos a los clientes para saber si tienen síntomas o tomar la temperatura antes de dejarles acceder al establecimiento.

Además, sus impulsores -las patronales que agrupan a hosteleros, empresas de gran consumo y a la industria alimentaria- piden al Gobierno que cambie su decisión de limitar el aforo de terrazas y salas al 50 % y que la capacidad de cada establecimiento dependa de su superficie y de que se puedan garantizar las distancias de seguridad.

En concreto, piden que el aforo sea de una persona por cada 1,5 m2 en terrazas, el interior de los locales y en bufés; un persona por cada 1,2 m2 en eventos; una persona por cada m2 en las barras; y una persona por cada 0,5 m2 en discotecas y locales de ocio.

El documento plantea que las distancias de seguridad deberían oscilar entre los 0,6 metros entre un cliente y otro en discotecas y locales de ocio, y los 1,25 metros en terrazas, el interior de bares y restaurantes y los bufés.

No obstante, desde Hostelería de España han precisado a Efeagro que su recomendación oficial es elevar hasta 1,5 metros la separación en este último caso -en línea con lo aprobado en Alemania-, por debajo de los 2 metros que tiene previsto exigir el Ejecutivo.

Además, han apuntado que las medidas son menos severas en el área del ocio, porque no se prevé su reapertura hasta fases más avanzadas de la desescalada.

Sobre el uso de mascarillas, el documento sólo aconseja su uso para los trabajadores y únicamente "cuando sea imposible guardar la distancia de seguridad".

Sus autores analizan los datos por comunidades autónomas, y de su estudio se desprende que Andalucía ya cumple los requisitos para entrar en fase 2 y que Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Galicia y Murcia ya podrían estar en la fase 1.

El plan ha sido elaborado por la consultora EY, recoge la opinión de "expertos sanitarios" y está apoyado por Hostelería de España, la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc) y por la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).

La propuesta se desarrolla a lo largo de 102 páginas, incluye al detalle la estrategia seguida en otros países y cuenta con un apartado con medidas "aceleradoras" que permitirían en su opinión "realizar una reapertura más rápida y segura, y que no implicarían una limitación del aforo", siempre que se siguieran los protocolos de seguridad establecidos.

Por ello, abogan por hacer test rápidos a los clientes, obligarles a rellenar cuestionarios epidemiológicos, tomarles la temperatura y que el Gobierno active un plan de comunicación que transmita la idea de que acudir a los establecimientos de hostelería es seguro.

Los responsables de este plan clasifican estas medidas en función de hasta qué punto darían tranquilidad al consumidor, si son más o menos intrusivas y si resultarían fáciles de implementar.

En un comunicado conjunto, las tres patronales han incidido en reclamar al Gobierno una vez más medidas de apoyo adicionales, como la concesión de microcréditos, la suspensión de los alquileres y la flexbilización y ampliación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

El propósito de su propuesta es "minimizar" el perjuicio económico causado por el coronavirus en el sector de la hostelería, prácticamente cerrado y sin actividad desde el pasado 14 de marzo, cuando fue decretado el estado de alarma.

Hostelería de España calcula que el sector ha pasado de emplear a más de 1,6 millones de personas a contar con 1,4 millones de trabajadores en abril, de los cuáles 932.000 se han visto afectados por un ERTE y 314.000 son autónomos.

"Ya se puede hablar de 40.000 empresas -de las más de 300.000 que conforman esta industria- con serias dificultades de supervivencia tras la crisis", han advertido.