La comisión especial del Congreso que durante dos meses abordará la llamada "reconstrucción social y económica" de España tras la COVID-19 ha quedado constituida este jueves con la elección de los miembros de su Mesa, encabezada por el socialista Patxi López como presidente de este nuevo órgano.

El expresidente de la Cámara Baja ha sido elegido por mayoría simple, en segunda votación, por 165 votos, en pugna con la candidata del grupo popular, la también expresidenta de la institución Ana Pastor, que ha obtenido 91; ha habido 37 votos en blanco y los diputados de Vox .

En su primer discurso al frente de la nueva comisión, integrada por 46 diputados, López ha sido contundente al emplazarles a la búsqueda del consenso: "Los ciudadanos nos exigen que ni se nos ocurra por cuestiones partidarias, inentendibles en este momento, deslizarnos por la pendiente del desacuerdo".

El exlehendakari, cuya primera decisión ha sido solicitar un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus, ha considerado "absolutamente necesaria" esta comisión, cuya labor, ha avisado, requiere "altura de miras, sentido de Estado, unir proyectos, aunar esfuerzo y sumar voluntades".

Porque, ha proseguido, la crisis económica y social que se avecina tras lacrisis económica pandemiay podrá alcanzar "efectos devastadores" si no se hace nada.

De momento, el presidente ha convocado la primera reunión de este órgano para dentro de una semana, con el propósito de aprobar un plan de trabajo que él confía en que sea "consensuado", algo viable "si tenemos voluntad para hacerlo", ha insistido.

Aunque el plazo inicial previsto para desarrollar su labor es de dos meses cabe la posibilidad de ampliarlo en función de la evolución de sus trabajos.

Acompañan a López en la Mesa de la comisión no permanente el diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago como vicepresidente primero y el diputado del PP Enrique Mariscal como segundo; actuará como secretaria primera la socialista María Luz Martínez Seijo y será secretaria segunda Isabel Borrego Cortés, del PP.

Tanto Ciudadanos como los grupos de ERC, EH Bildu y Junts per Catalunya han optado por votar en blanco, en una elección en la que no caben sufragios negativos.

Debate con Vox

Las votaciones se han efectuado a mano alzada y por voto ponderado, es decir, proporcional a la representación que cada grupo tiene en el pleno y no por su número de miembros en la comisión; y este será el criterio general por el que se regirán las decisiones adoptadas.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, se ha encargado de dirigir la sesión constitutiva, en cuyos prolegómenos ha mantenido un debate con el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro después de que pidiera votación secreta en urna de los miembros de la Mesa.

Sin embargo, la presidenta le ha explicado que el sistema de mano alzada es el único que permite aplicar el voto ponderado y respetar fielmente la composición que en el pleno tiene cada grupo, y le ha recordado que el Reglamento establece que "en ningún caso" las votaciones podrán ser secretas en estos casos.

También ha invocado razones de "salubridad" y "criterios sanitarios" que desaconsejan la votación con papeleta.

No han convencido a Vox sus explicaciones y a renglón seguido el portavoz del grupo, Iván Espinosa de los Monteros, ha anunciado que sus diputados no participarían en ninguna de las votaciones, como así ha ocurrido.