El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha respaldado este sábado las líneas de actuación de Felipe VI al frente de la jefatura del Estado, tras preguntas sobre informaciones que apuntan que en 2010 el padre del monarca, Juan Carlos I, llevó a Suiza 1,9 millones de dólares donados por el sultán de Bahréin.

Según una información publicada este sábado por el diario El País, el abogado Arturo Fasana, gestor de una cuenta bancaria suiza del Rey emérito, declaró al fiscal jefe del cantón de Ginebra que don Juan Carlos le entregó en 2010 esa cantidad supuestamente donada por el sultán de Bahréin.

Preguntado por el impacto internacional en la imagen de España de estas informaciones en rueda de prensa en el palacio de la Moncloa, Sánchez ha reconocido que el impacto internacional y nacional es "grande" y el Gobierno "no es ajeno a ello".

Ha agregado que, sobre este asunto, se ciñe a las líneas de "ejemplaridad" y "transparencia" de la Casa Real marcadas "claramente" por Felipe VI en su mandato.

Según la información publicada, la declaración de Fasana -a quien se investiga como presunto testaferro- ante el fiscal sobre don Juan Carlos se habría producido en el marco de las investigaciones de la justicia helvética a la fundación radicada en Panamá Lucum, de la que el rey emérito era primer beneficiario.

El juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, solicitó el pasado mes de marzo datos sobre esa fundación vinculada al rey emérito, desde la que hizo una donación de 65 millones de euros a una cuenta de la que fuera su amiga Corinna Larsen.

Los fondos de esa fundación, que según un medio suizo ascenderían a 100 millones de euros, se cree que procederían de comisiones por el contrato de construcción del AVE a La Meca (Arabía Saudí).

Por ello la Fiscalía Anticorrupción, que tiene abiertas desde el pasado año diligencias de investigación en relación a esas posibles comisiones por la adjudicación de las obras, reclamó a Suiza datos sobre esa fundación panameña.

Según fuentes jurídicas, esa información podría acabar constituyendo una nueva pieza de la veintena que componen ya el caso Villarejo.

El pasado mes de marzo el Rey Felipe VI comunicó su renuncia a la herencia que le pudiera corresponder de su padre y le retiró la asignación que tenía fijada en los presupuestos de la Casa del Rey tras publicarse informaciones que apuntaban que el actual monarca era beneficiario de una sociedad vinculada a la donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí.