El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha justificado este lunes la propuesta de los expertos de doblar el número de camas de UCIpara estar preparados en caso de que se produzca un rebrote, un incremento de contagios.

Lo ha dicho en rueda de prensa junto al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, al ser preguntado sobre si la propuesta de aumentar las camas de UCI tiene que ver con las medidas de alivio del confinamiento, como permitir la salida de los niños a la calle, lo que puede producir un aumento de contagios.

Illa ha explicado que la indicación del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) de duplicar como mínimo las unidades de UCI está relacionada con una de las cuatro capacidades estratégicas "esenciales" para iniciar la fase de transición.

Las otras son: tener un mecanismo de vigilancia epidemiológica muy centrada en la Atención Primaria que permita detectar los casos; el aislamiento de los casos detectados precozmente; y guardar las medidas de distanciamiento social. "Esto nada tiene que ver con las medidas de alivio para niños y las otras que están anunciadas, en concreto las del 2 de mayo, que, si se ejecutan correctamente, no tienen que ofrecer ningún peligro para aumentar el contagio", ha señalado.

Illa ha insistido en que el incremento de camas de UCI es una medida para, en el caso de que rebrote la epidemia, disponer rápidamente otra vez, como se ha hecho en las últimas semanas, de un modelo de UCI el doble como mínimo del que tenemos en condiciones de normalidad.

Y tiene que ver -ha precisado- "con esas cuatro capacidades de estrategia que nuestro país, en línea con lo que recomiendan los organismos internacionales, tienen que tener preparadas antes de iniciar cualquier fase de transición a la normalidad".

Expertos

Así pues, los expertos que asesoran al Gobierno en la pandemia no descartan el confinamiento "total o parcial" de grandes grupos de población durante largos periodos con el fin de poder eliminar el virus o dar margen al desarrollo de una vacuna que podría tardar más de doce meses en estar disponible.

Han planteado además que los hospitales deben estar preparados para disponer, en caso de necesidad, del doble de camas de UCI que tenían antes de la crisis causada por el coronavirus, e identificar espacios que permitan un incremento "de hasta el triple" de esa capacidad.

Así consta en las "Recomendaciones sanitarias para la estrategia de Transición" que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias remitió este lunes al presidente del Gobierno.

Este documento incide en que la reducción máxima del número de casos de Covid-19 exigiría "fuertes medidas de distanciamiento social", que pueden incluir ese confinamiento de grandes grupos durante un largo tiempo.

Las recomendaciones que este Centro ha trasladado al Ejecutivo para tratar de asegurar una gestión "eficaz y segura" de la epidemia se centra en cuatro áreas: la asistencia sanitaria; la vigilancia epidemiológica; la identificación y contención precoz de las fuentes de contagio; y las medidas de protección colectiva.

El objetivo de las estrategias que se deben adoptar ahora es, según el Comité de Coordinación que dirige el doctor Fernando Simón, reducir el número de casos hasta un nivel asumible por el sistema sanitario evitando el riesgo de que desborde o vuelva a sufrir el estrés al que ha estado sometido durante la primera onda epidémica.

Pretenden además esas recomendaciones garantizar la asistencia a todos los pacientes -a los de Covid-19 y al resto-, y asegurar la protección de los colectivos más vulnerables "minimizando el coste humano, social y económico durante la gestión de la epidemia".

Los expertos creen que esos objetivos se pueden lograr "con un proceso ordenado de transición" de la situación actual, con medidas extremas de distanciamiento social, hacia una "nueva normalidad" que asegure la reducción de riesgos.

En el informe que han trasladado al Gobierno, los expertos constatan que no se puede predecir con seguridad cuál va a ser la evolución de la epidemia en España durante el próximo año, debido a la incertidumbre sobre la proporción de población que está infectada, a la duración de la inmunidad, la posible trasmisión estacional del virus y la forma en que evolucionará la pandemia en el resto del mundo.

Advierten por ello de que este documento será "dinámico" y susceptible de ser modificado según avance el conocimiento sobre el virus, los resultados que se desprendan del estudio de seroprevalencia o la aparición de terapias efectivas contra la enfermedad.

Las recomendaciones de los expertos apuestan por una asistencia sanitaria "reforzada" para evitar que el sistema sanitario vuelva a una situación similar a la que ha tenido en las últimas semanas y para poder reanudar la asistencia habitual de pacientes con patologías diferentes a la Covid-19.

Dos circuitos en los hospitales

En los hospitales, inciden en la importancia de prevenir infecciones y para ello insisten en la necesidad de disponer de suficientes "equipos de protección individual", mantener los circuitos diferentes para pacientes Covid-19 y los que no lo son, y reforzar las consultas de atención al personal sanitario para cribado, diagnóstico, seguimiento y atención psicológica.

En atención primaria, los expertos recomiendan cetros específicos de pacientes sospechosos, circuitos separados para la atención presencial de personas con síntomas sospechosos y reforzar la atención domiciliaria.

Los expertos han constatado en el documento la importancia de la vigilancia epidemiológica y la necesidad de identificar y contener cualquier fuente nueva de contagio, y para ello abogan por el diagnóstico de las personas sintomáticas con pruebas 'PCR' u otras que estén consideradas adecuadas y por el aislamiento precoz.

Para ello, el Centro de Coordinación señala que si es necesario se deberá habilitar capacidad hotelera u otras instalaciones para proceder a ese aislamiento "supervisado" de casos leves cuando no pueda hacerse efectivo en el domicilio.

El documento señala que conforme se vayan avanzado en estos objetivos se podrán ir tomando decisiones que permitan un progresivo aumento de la movilidad y de la actividad laboral.

Esas decisiones se deberán basar, según los expertos, en la evolución de los indicadores específicos que se adopten en los foros técnicos del Consejo Interterritorial, y en la identificación de las áreas geográficas "con capacidades de preparación adecuadas" y con situaciones epidemiológicas y de riesgo adecuadas.