El Gobierno ha confirmado este viernes su intención de "dirigir" todo el proceso de transición en el levantamiento de las restricciones hasta alcanzar la llamada 'nueva normalidad', si bien tendrá en cuenta las aportaciones que le hagan llegar las comunidades autónomas, a las que quiere conceder un papel relevante en esta nueva fase que, como avanzó el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, esta semana en el Congreso podría iniciarse a partir de la segunda quincena de mayo.

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Así lo ha expuesto el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en rueda de prensa conjunta con la titular de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, al término del Consejo de Ministros que ha aprobado una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo inclusive en los términos autorizados por el Congreso de los Diputados el miércoles pasado.

De esta forma Illa ha descartado que el Gobierno esté pensando en ceder el mando a los Gobiernos autonómicos para la toma de decisiones en la llamada fase de desescalada, lo que apunta a que el estado de alarma se extenderá más allá del 10 de mayo, cuando vence la última prórroga autorizada por el Congreso. En realidad, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya avanzó el pasado 4 de abril de que habría "sucesivos estados de alarma" en el camino hacia la 'nueva normalidad', un periodo en el que las restricciones se irían levantando de forma gradual.

Buscando un equilibrio, Gobiernos autonómicos y municipales preparan ya sus propios planes de desescalada con la mirada puesta en mayo o incluso en la próxima semana, como es el caso de Canarias, la comunidad con menor incidencia de la pandemia, que propone que se permitan salidas por turnos y edades, se abran comercios con controles de acceso y se pueda hacer deporte al aire libre en horarios restringidos.

Canarias y el resto de comunidades han expuesto sus estrategias este viernes en una reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, responsable en último término de dar el visto bueno a esas medidas y al que Gobiernos como el vasco y el catalán han reclamado mayor autonomía en este proceso, que se espera que sea gradual, asimétrico y lento.

Esa asimetría se daría incluso dentro de los propios límites territoriales de las autonomías, como propone la Xunta de Galicia, con una división "por zonas y subzonas", habida cuenta de la notable diferencia entre la situación del mundo rural y la de las ciudades. Cantabria, Murcia, Aragón o Extremadura también se han pronunciado en ese sentido.

En Madrid, la Comunidad más golpeada por el virus, se ha sugerido que puedan pasear las embarazadas o personas que por sus circunstancias lo necesiten; y el ayuntamiento de la capital proyecta ampliar las terrazas de los bares, reducir aforos e instalar mamparas, para recuperar cuanto antes la actividad de la hostelería, uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria.

Andalucía plantea la apertura progresiva y con limitaciones de cara al verano de restaurantes, hoteles y playas -Marbella y Mijas quieren reabrirlas desde el domingo para los paseos de los niños-, y ha propuesto encabezar la desescalada en municipios y comarcas sin casos, en provincias como Almería y Huelva, contemplando también la vuelta a las clases a mediados de mayo. Almuñécar (Granada) se ha ofrecido como destino turístico "piloto".

Más cautela muestran otras administraciones, como la de Castilla y León, que pide calma para desescalar hasta que se acabe de controlar la epidemia, o Castilla-La Mancha, que confía en que el proceso se fundamente en criterios sanitarios y el desconfinamiento no se convierta en una suerte de reinos de taifas.

La señal que marcaría el principio del fin del confinamiento era la salida de los niños, que finalmente se producirá este domingo. Los menores de 14 años podrán salir, siempre acompañados de un adulto, a partir de entonces diariamente, entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche y podrán moverse y jugar, manteniendo las correspondientes distancias, en el espacio de un kilómetro alrededor de su domicilio, sin entrar en los parques infantiles.

La evolución de la pandemia

Para iniciar esa desescalada aún debera retroceder la epidemia del coronavirus, sobre la que este viernes Sanidad ha dado un dato esperado: los curados diarios han superado por primera vez a los nuevos contagiados, tras actualizar, no sin polémica, la serie estadística y separar los infectados recientes de los que han pasado la enfermedad o son asintomáticos.

Ese anuncio, que ha permitido al ministro Salvador Illa afirmar que "ahora sí que estamos doblegando la curva", ha coincidido con una caída de los muertos notificados en las últimas 24 horas hasta los 367, 73 menos que este jueves, el número más bajo desde el pasado 21 de marzo, tras permanecer tres días estabilizado por encima de los 400, lo que sitúa el total de fallecidos confirmados con prueba diagnóstica en 22.534.

PCR y test serológicos

Las defunciones no se han actualizado de momento con los miles de casos sospechosos reportados por las comunidades de Cataluña y Madrid -que ha bajado por primera vez de los 100 muertos diarios en más de un mes-, pero sí se han actualizado los contagios sin rehacer la serie histórica que se rompió el pasado día 14 con la inclusión en las estadísticas de los positivos con test serológicos, que detectan anticuerpos y quién ha pasado la enfermedad o si se trata de una persona asintomática.

Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, a los que les falta claridad, los contagios confirmados suman 6.740, pero se segregan por primera vez, aunque sólo se hace referencia a los 2.796 confirmados por PCR -pruebas más fiables para detectar la infección-, si bien se hace constar que hay un total de 16.774 positivos con test de anticuerpos y se dan dos totales: 202.990 y 219.764.