Las direcciones de los grupos parlamentarios del PSOE y el PP están ultimando los flecos de la comisión para la "reconstrucción social y económica", entre ellos la identidad y procedencia política de quien ejerza la Presidencia.

Fuentes parlamentarias conocedoras de las conversaciones han informado a EFE que el diálogo entre socialistas y populares continuará durante la jornada de este jueves, aunque en un primer momento plantearon que la propuesta conjunta para formar dicha comisión estaría ya lista.

El objetivo sigue siendo crear la comisión antes del martes que viene, de modo que la Junta de Portavoces que se convoque ese día dé el visto bueno. Queda tiempo todavía para ello.

También intentan PSOE y PP que la propuesta cuente con el apoyo de todos los demás grupos.

Según han indicado a EFE varias fuentes consultadas, la portavoz socialista, Adriana Lastra, junto con su número dos, Rafael Simancas, hablaron con los portavoces de los demás grupos y con los diputados de las formaciones con menor representación parlamentaria para tantear sus criterios sobre la nueva comisión.

Hicieron lo propio la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, y el secretario general del grupo, Guillermo Mariscal.

Las dos partes, por separado, comunicaron a sus interlocutores que les facilitarían una propuesta conjunta lo antes posible.

Algunas formaciones políticas supeditaron su apoyo a la comisión al signo político de quien sea presidente o presidenta, aunque las fuentes no han precisado qué partidos lo han hecho.

Éste es uno de los aspectos esenciales que aún hay que dirimir, coinciden dos de las fuentes consultadas.

El PP presentó el martes, en la Junta de Portavoces, su propuesta, aunque se ha abierto a cambiar algunos elementos, como recalcan fuentes de este grupo parlamentario y avanzó Álvarez de Toledo a los medios el mismo martes.

Todo apunta a que será una comisión no permanente y que, por tanto, pues es su naturaleza reglamentaria, durarán sus trabajos un tiempo previamente determinado. En cuanto acabe su cometido, se clausurará, aunque en ningún caso puede abarcar más allá de la legislatura en curso.

Los populares han situado ese límite temporal en la primera semana de julio, cuando el pleno del Congreso se encargue de aprobar el dictamen que se redacte y acuerde antes en la comisión.

También reclama el PP presidir la comisión, algo discutido en las formaciones progresistas.

La creación de una comisión no permanente, según indica el reglamento del Congreso, no necesita la aprobación del pleno, así que basta, por ejemplo, con que la pidan dos grupos, la Mesa o una mayoría de diputados de la Cámara.

Podrían solicitar su formación PP y PSOE y ya así se cumpliría el reglamento, pero ambos prefieren concitar el máximo consenso posible en el Congreso.

La comisión parlamentaria es el instrumento que el lunes pasado pactaron Pedro Sánchez y Pablo Casado para abordar la reconstrucción social y económica del país. En un primer momento Moncloa planteó una mesa de diálogo y hasta concretó las áreas de trabajo.