El Gobierno propondrá al Congreso de los Diputados prorrogar durante quince días más, hasta el 9 de mayo, el confinamiento decidido el 14 de marzo por la pandemia de coronavirus. Pero habrá, al menos, una importante novedad: los niños podrán salir, con limitaciones, a partir del día 27 de este mes, según anunció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. ¿A qué edad se situará el corte? Sánchez admitió que aún no se ha decidido. Se remitió a la Ley de Salud Pública, que establece que los menores de 13 años deben acudir al pediatra. A falta de detallar cómo se aliviará el confinamiento de los más pequeños (que algunos presidentes autonómicos habían solicitado en varias ocasiones), sí está claro que será limitado y que, para evitar contagios, estará sujeto a condiciones aún por determinar. Será, según Sánchez, un "pequeño alivio" dentro de la regla general de confinamiento.

En el mes de mayo comenzará una nueva fase, la que el Gobierno denomina "desescalada", que será "cautelosa y progresiva", en la que empezarán a suavizarse las limitaciones a la movilidad impuestas a los ciudadanos. Ese "tránsito progresivo hacia la nueva normalidad", según Sánchez, "no será sencillo" y requerirá una "larga marcha" en la que se adoptarán "las máximas precauciones" y "la unión de todos y todas".

Antes habrá que cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellas, que la transmisión vírica esté controlada e identificadas las personas infectadas, así como la adopción de estrictas medidas preventivas en centros de trabajo y educativos, y el mantenimiento de las reglas de higiene y distancia social. Sánchez destacó que se está avanzando en todo ello gracias al "ejemplar comportamiento de la sociedad española". "Los españoles son los ciudadanos occidentales que con más rigor han cumplido las restricciones", lo que ha permitido "salvar decenas de miles de vidas", resaltó Sánchez.

"El virus llevó hasta el límite a nuestro sistema sanitario y se ha cebado en los países occidentales, donde se concentran tres de cada cuatro víctimas", subrayó el presidente, quien lamentó el "rastro y la estela de muerte y devastación económica y desolación social" que está dejando la "embestida brutal" del Covid-19, pese a lo cual el sistema público de salud "ha resistido y se ha logrado contener la propagación del virus", sobre todo, "gracias a los sanitarios".

Sánchez echó números: mientras que hace un mes cada infectado contagiaba a una media de más de tres personas, en la actualidad el índice de reproducción está "por debajo de uno, y por eso la superficie de la epidemia se está reduciendo. Hemos conseguido lo más difícil y los más duro gracias a la disciplina social", aseveró el jefe del Ejecutivo central, quien no obstante alertó de que estos logros son "insuficientes y frágiles" y no deben ponerse "en riesgo". Por ello aún hay que lograr "mayores avances antes de levantar el confinamiento general". Sánchez es optimista: "Conseguiremos los objetivos, no me cabe duda".

Pese a esos "enormes progresos", la extensión del estado de alarma hasta el 9 de mayo ha sido aconsejada por el comité científico que asesora al Gobierno. Sánchez trasladará mañana su propuesta a los presidentes autonómicos. Los "progresos" registrados en las cinco semanas de confinamiento permitirán aplicar "distintos estados de alarmas" a lo largo de las próximas semanas. "Sería un error muy grave que cediéramos al virus el terreno que le hemos ganado en este mes de confinamiento", indicó Sánchez, que anunció que la "desescalada" no será uniforme en toda España, sino que se aplicará de diferentes maneras en cada territorio, en cada isla, en función de la incidencia del coronavirus, como habían reclamado socialistas canarios como el presidente majorero, Blas Acosta, o el propio presidente canario, Ángel Víctor Torres. Será por tanto una desescalada "asimétrica", que podría aplicarse por municipios, pues las diferentes medidas no se aplicarán necesariamente "ni por comunidades ni por provincias", avanzó Sánchez. Dado que hay "realidades distintas", las medidas dejarán de ser "homogéneas, pero cuando tengamos a raya al virus", apuntó.

Quizá haya retrocesos: "Ante el menor riesgo detendremos la desescalada y si es necesario volveremos a reforzar las medidas de protección", alertó el presidente. "No será el mismo país que dejamos cuando nos resguardamos en nuestros hogares", pues el virus ha dejado un "rastro de destrucción" que "nadie con menos 90 años ha conocido", ahondó el jefe del Ejecutivo.

Sánchez señalo que el Fondo Monetario Internacional predice un retroceso económico "nunca visto desde la gran depresión de 1929, y en España desde la Guerra Civil". Habrá que afrontar los "estragos económicos y sociales de una guerra que estamos librando sin bombas", eligiendo entre dos caminos: "Dejándonos llevar por la rabia y el desánimo y dividiéndonos en busca del provecho personal o partidista, o uniendo fuerzas en busca de la reconstrucción". Prometió tomar este último.

"Si algo hemos aprendido es que esto no se arregla con bulos, sino con sacrificio y unión". De ahí que renovara su propuesta de unos pactos de Estado que aúnen en torno a grandes líneas de actuación a las fuerzas políticas y a las instituciones, incluidos los ayuntamientos, a los que otorga un papel "clave en la desescalada y en la reconstrucción", y a los agentes sociales.

Como objetivos de esos pactos señaló el refuerzo del sistema de salud; el relanzamiento del tejido empresarial, del empleo y de los sectores afectados por el parón económico; la adopción de medidas de protección social; y una posición común en la negociación con la Unión Europea. Porque "la misma tarea dentro de España la tenemos que exigir fuera. Europa somos todos y es ahora el momento de demostrarlo", destacó Sánchez, quien considera que sería "imperdonable" que Europa reincidiera "en los errores del pasado".

También en este punto el presidente es optimista: "El pulso ha sido tenso", pero la UE ya ha anunciado que cada euro será usado "en todas sus formas posibles para salvar vidas y proteger a los ciudadanos europeos", recordó Sánchez, que lanzó un mensaje más: "Europa no debe permitir que los lobos del populismo antieuropeo extiendan su mensaje de odio".