El Gobierno estudiará y tendrá en cuenta las propuestas de varias comunidades autónomas para que los niños puedan salir de casa ante la próxima fase de desescalada, como las planteadas este viernes por Cataluña y el País Vasco, aunque ha recordado que la decisión final sobre estas y otras medidas de flexibilización del confinamiento corresponden al Ejecutivo.

En la quinta semana de confinamiento, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a reconocer el sacrificio que supone para los menores el mantenerse en sus casas y no salir a la calle, pero ha insistido en que en este asunto hay que actuar con la "máxima prudencia" y que cuando haya una decisión al respecto, el Ejecutivo la dará a conocer.

Así, en rueda de prensa ha reiterado que las actuaciones de la fase de desescalada se tomarán en función de criterios de prudencia, evidencia científica y respetando los derechos y libertades de la ciudadanía, pero que todavía España no está en esa nueva fase.

Y lo ha hecho en una jornada en la que algunas comunidades autónomas, como Cataluña y País Vasco, están haciendo públicas sus propuestas para que se deje salir a los menores -una medida en la que también coincide el Defensor del Pueblo- y que pondrán sobre la mesa en su próxima reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En concreto, Cataluña ha planteado una salida "limitada en el tiempo" y por "franjas horarias" de los menores a aplicar en los "próximos días", desde los 6 años con mascarilla, aunque "por el momento" las directrices de la Generalitat son que se mantenga el confinamiento.

La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha precisado que están trabajando para que las salidas, si el Gobierno las autoriza, sean efectivas "en los próximos días" y ha detallado que podrían consistir, por ejemplo, en que los menores pudieran salir para dar un paseo de una hora, siempre cerca de sus casas.

La previsión del Govern es que si el comité técnico del plan de emergencias Procicat avala mañana la propuesta, intentar que se pudiese empezar a aplicar, siempre que lo autorizara previamente el Gobierno, a partir de finales de la próxima semana.

Al ser preguntado por los periodistas por si desobedecerán al Gobierno si no autoriza este tipo de salidas, el conseller Miquel Buch ha remarcado que espera discutir y debatir la propuesta con el Ministerio de Sanidad, ya que la Generalitat será "seria y correcta" porque trabajan para que no se propague el coronavirus, aunque también les preocupa la situación de los menores.

Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado que propondrá a Pedro Sánchez salidas limitadas a la calle de menores y de colectivos con necesidades especiales a partir del 26 de abril, cuando finaliza la prórroga actualmente en vigor del estado de alarma.

Urkullu también le sugerirá preparar la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios, y autorizar la actividad física en el exterior de manera individual.

El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a defender su propuesta de que los niños puedan salir de sus viviendas, aunque con limitaciones y acompañados a pasear a la calle, una propuesta que en estos momentos en Galicia es "razonable".

Desde Cantabria, su presidente, Miguel Ángel Revilla, ha opinado, que además de dejar salir a los niños de forma controlada como ha reclamado en otras ocasiones, lo primero que habría que hacer es permitir a los familiares despedirse de sus seres queridos, con las medidas necesarias para evitar contagios.

Mientas otras autonomías, como Castilla y León, mantienen que no es ahora momento de que los niños salgan a la calle y ha defendido que sea el grupo de desescalada el que evalúe cuándo llega ese momento y en qué lugares.

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, explicó este jueves que comprende que los niños confinados en sus casas "lo están pasando muy mal", pero pidió "un poco de paciencia" porque "no nos podemos permitir un repunte" de los casos de coronavirus.

El Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, también se ha pronunciado este viernes sobre el asunto: aunque aprecia "positivamente la eficacia" de la restricción de movimientos, "en la medida en que sea posible y si no hay objeciones técnicas", afirma que debería permitirse algún tipo de salida de los menores con sus padres aún limitada en el espacio y el tiempo, de manera controlada, tal y como ya sucede en algunos países de nuestro entorno".