El balance del fin de semana sobre la evolución de la pandemia de coronavirus en España aporta datos esperanzadores. Vuelve a bajar el número de nuevos contagios detectados, que se sitúa en 6.023, frente a los 7.026 del boletín del sábado, y también lo hace el número de decesos por Covid-19 (674 contabilizados el sábado, frente a los 809 del viernes). Estos números, aunque tranquilazadores respecto a los de los últimos días, deben tomarse con cautela. Hasta ahora, los fines de semana siempre han reportado datos más positivos y esto se explica, en parte, porque en estas fechas suele haber un retraso en las notificaciones.

Aun así, los datos estadísticos confirman que la tendencia sigue a la baja. El porcentaje de nuevos casos se sitúa ahora alrededor del 4,83 % y el de decesos en el 5,74 %, unos números que siguen bajando desde el 25 de marzo, día en que las autoridades sanitarias sitúan el punto de inflexión. Estamos ante las mejores cifras registradas en los últimos diez días.

Por el contrario, el último informe oficial sobre la incidencia de la Covid-19 en España registra un total de 58.744 casos de pacientes que han requerido hospitalización. De estos, 329 se encuentran ingresados en la UCI. Esta cifra, la más variable de todas las registradas, ha aumentado respecto al boletín anterior, cuando se registraron 116 casos que requirieron cuidados intensivos. Los datos globales sobre esta cuestión indican que la mayoría de las comunidades autónomas registran un descenso de los ingresos respecto a los días anteriores.

El número de pacientes que han superado la enfermedad asciende a 38.080. La buena noticia es que esta cifra tan solo refleja las altas hospitalarias y los casos en los que se ha efectuado un test diagnóstico. Así que todo apunta a que el total de personas curadas, recuperadas y que han desarrollado inmunidad frente a la enfermedad podría ascender mucho más de lo que recogen estos informes. Desde el ministerio, una vez más, recuerdan que hasta ahora la atención de los diagnósticos se ha centrado en los casos son sintomatología grave. Aun así, las autoridades sanitarias tienen constancia de que el número de pacientes infectados y curados podría ser mucho mayor, según se desprende, por ejemplo, de los informes de los médicos de atención primaria.

Cautela

Las cifras presentadas este domingo corresponden al sábado y la mejora podría enmarcarse dentro del habitual buen pronóstico de los fines de semana. "Las cifras del fin de semana hay que consolidarlas durante la semana que le sigue", advirtió María José Sierra, del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, en la rueda de prensa de ayer para la valoración de los datos del día. Estas mejoras de los últimos días, se confirmarán con unos días más de margen, cuando pueda verse la imagen global que arrojan las estadísticas. Pero todo apunta a que la curva se está frenando.

La portavoz del ministerio de Sanidad recuerda que, mientras se confirma la tendencia, el comité de expertos ya está trabajando en medidas para la transición del estado de alarma a la ansiada cotidianeidad. Este plan, también conocido como de desescalada, contará con diferentes fases. Entre ellas destacará, por ejemplo, la detección precoz de los posibles casos y su aislamiento. En este sentido, desde el ejecutivo reconocen que están trabajando en la aplicación de tests de diagnóstico rápidos con los que detectar rápidamente a los pacientes con síntomas y, en caso de que el aislamiento domiciliario no sea posible, proporcionarles un aislamiento alternativo.

De la misma manera, Serra también ha explicado que se está trabajando en un estudio de seroprevalencia a gran escala con el que analizar la situación de inmunidad de la población. Es decir, cuántas personas han pasado la enfermedad sin estar recogidas hasta ahora en las estadísticas oficiales. Y, lo más importante, cuántos ciudadanos ya han desarrollado los anticuerpos necesarios para hacer frente a este patógeno emergente. El estudio despegará próximamente. Y, según argumentan desde el ministerio, los resultados podrían empezar a llegar en las próximas semanas.

Test rápidos

Por otra parte, el Gobierno anunció que desde ayer se ha comenzado a repartir entre las comunidades autónomas 1,02 millones de test rápidos, de los que el 50% irán destinados a Madrid, Cataluña y Andalucía.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, avanzó ayer que este material llegaría en las próximas horas, a lo sumo, hoy por la mañana, para ser utilizados como complemento a las pruebas PCR, realizando un cribado en hospitales y residencias de ancianos.

En concreto, la Comunidad de Madrid recibirá 206.400 test rápidos; Cataluña, 180.000; Andalucía, 130.00; la Comunidad Valenciana, 86.400; País Vasco y Galicia, 58.800 cada una; Castilla y León, 62.400; y Castilla-La Mancha, 57.600. Además, a Canarias llegarán 31.200 unidades; a Aragón, 28.800; a Murcia, 22.800; a Extremadura, 21.600; a Asturias, 20.400; a Baleares y Navarra, 18.000 en cada una; a Cantabria, 13.200; a La Rioja, 12.000; y, a las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, 1.200 en cada caso.

El ministro de Sanidad anunció que la próxima semana van a llegar otro millón de estos test, dentro del acuerdo con proveedores chinos para la compra de un total de 5,5 millones. Según Illa, la estrategia del Gobierno con los test diagnósticos del coronavirus pasa por realizar de forma "masiva" las PCR, que son "las más fiables", según los informes del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), y complementarlas con test rápidos. "Vamos a hacer test de forma masiva tanto como sea posible", ha añadido, recordando que si los test rápidos dan negativo se tienen que hacer pruebas PCR para verificar que no existe infección.