El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha asumido este lunes su derrota en las primarias ante la nueva líder de Cs, Inés Arrimadas, a la que ha anticipado que el grupo crítico al que representa no cambiará "de opinión, pero sí de actitud", en referencia a la forma de manifestar sus discrepancias.

En una rueda de prensa convocada en la sede autonómica de Cs, Igea ha asegurado que seguirá emitiendo su opinión ante Arrimadas y la nueva Ejecutiva del partido, "siempre con sinceridad e intentando contribuir al mejor resultado", aunque ha descartado ocupar un puesto en ese órgano en el caso de que la nueva líder se lo ofreciera. "Son conocidas nuestras discrepancias en la estrategia y los estatutos", ha asumido el dirigente vallisoletano, quien no obstante ha insistido en que ahora le toca "dejar trabajar" a Arrimadas para que obtenga "los mejores resultados".

Igea ha explicado que centrará sus esfuerzos en la gestión del gobierno de coalición que mantiene con el PP en Castilla y León y, preguntado al respecto, ha negado que el resultado en estas primarias abone la idea de que pueda prosperar una moción de censura que contara con los votos de sus seguidores dentro del Grupo Parlamentario. "Es un buen acuerdo (con el PP) que se está cumpliendo y mientras siga siendo así seguiremos siendo leales", ha resumido el vicepresidente de la Junta, que a partir de ahora carecerá de cargo orgánico dentro de Ciudadanos.

En sus primeras palabras ha reiterado su felicitación a Inés Arrimadas por su "excelente resultado" en unas primarias a las que no ha puesto más reparo que la escasa participación, ya que ha considerado "preocupante" que solo 12.000 militantes hayan ejercido su derecho de votar: "no son suficientes para un partido de implantación nacional".

A la nueva líder le ha deseado "acierto, templanza, prudencia, la mejor de las sabidurías y sobre todo pensar siempre en el interés de los españoles por encima de los personales" con un partido como Cs que ve "importante" en un "país polarizado" y que sufre el "pecado del frentismo".

Pese a reconocer lo holgado de la victoria de Arrimadas, Igea ha considerado que con su resultado, cifrado en el 22 por ciento de los votos frente al 77 por ciento de su oponente, se "han acabado algunos mitos como el de la unanimidad", para abrir paso a una realidad en la que "cabe el debate, el análisis y donde no sobra nadie". "Un partido unido no es un partido unánime", ha defendido. "Mucha gente ha de volver", ha resumido para apelar a la necesidad de que Cs recupere a militantes y exdirigentes que se sintieron defraudados por la línea planteada en el pasado año.

De hecho, ha lanzado un mensaje a sus seguidores para que "permanezcan en el partido" y pongan al servicio de Cs "la mejor de las virtudes del ser humano, que es el valor", que considera imprescindible para ser alguien "honesto, leal y sincero".