La exconsellera de Trabajo de la Generalitat Dolors Bassa, condenada por el Tribunal Supremo a doce años de prisión por el 'procés', aceptará si se le concede el indulto que tramita el sindicato UGT porque su "prioridad" es ahora "salir de la prisión".

Bassa, condenada por sedición en concurso medial con malversación de fondos, cumple condena en la prisión gerundense de Puig de les Basses si bien en febrero la junta de tratamiento de la cárcel le aplicó el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, lo que le permite salir tres días a la semana, ocho horas cada jornada, para cuidar de un familiar de avanzada edad.

El secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros, anunció en enero que la central sindical pedirá el indulto de Bassa, exlíder del sindicato en Girona. Bassa, en una entrevista anoche en el canal autonómico TV3, dijo estar "encantada" de que se tramite su indulto, pero matizó que hace una distinción entre esa eventualidad y la amnistía de todos los condenados por el "procés", una reivindicación, afirmó, que se debe negociar en la mesa de diálogo abierta entre el Gobierno y la Generalitat.

"En la mesa de diálogo -agregó- se ha de pedir la amnistía porque si lo que quieren es que sea un punto cero para comenzar a negociar ha de haber una amnistía de todo. Ahora bien, ¿que yo esté en la prisión es condición indispensable para que se solucione el conflicto? Yo creo que no".

Bassa indicó, además, que su "prioridad es salir a la calle" porque cree que puede "hacer más trabajo" que dentro de la prisión. La exconsellera adelantó que UGT presentará en breve la petición de indulto, que aceptará si se le concede porque, además, "nunca" ha tenido el "espíritu de ser un Mandela", en alusión al exdirigente sudafricano.

Preguntada por si "lo volvería hacer", Bassa responde que no, que "lo haría diferente". Bassa polemiza en la entrevista con la exconsellera huida de España y ahora eurodiputada Clara Ponsatí, quien la pasada semana, en un acto en Perpiñán (Francia), declaró que la mesa de diálogo es "un engaño" y quien, previamente, declaró desde el Reino Unido que el Govern de la Generalitat de 2017 "iba de farol".

A su juicio, nunca se fue de farol y el 'procés' buscaba diálogo, pero no fue posible porque "no había nadie" en el otro lado. Por ello, la mesa "no es un engaño, es lo que siempre se ha buscado". Bassa, quien dijo que ser mujer en la cárcel es una doble condena, explicó que nunca se planteó huir del país y apostilló: "Nunca estuve en una reunión en que se hablará de exilio como una cosa seria".