Podemos y Ciudadanos irrumpieron en 2015 en política echando por tierra el bipartidismo y Vox ayudó a aumentar la fragmentación de la Cámara baja hace apenas unos meses. La irrupción de morados y naranjas abrió un ciclo hace poco más de cuatro años de inestabilidad, con aritméticas parlamentarias que no permitían las anteriores mayorías -simples o absolutas- que ofrecían legislaturas de cuatro años. El resultado ha sido un ciclo electoral que parece interminable. Sin embargo, las elecciones del 10-N parece que trajeron cierta solidez política. Una calma que las tres formaciones van a aprovechar para reunir a sus bases, renovar direcciones y consolidar su estrategia política.

Marzo ha sido el mes escogido por los representantes de la llamada nueva política para celebrar sus congresos, los máximos órganos de decisión de cada organización. Sin embargo, el escenario en el que cada partido apelará a sus inscritos es completamente diferente. Pablo Iglesias y Santiago Abascal llegan sabiendo asegurado sus puestos como líderes de morados y ultras. La duda está en si han sido capaces de mantener el pulso a la militancia y logran una alta participación en sus asambleas. Completamente diferente la situación de Ciudadanos que a mitad de mes pedirá a sus afiliados que se decanten por Inés Arrimadas o el crítico Francisco Igea.

Concilio ultra

Vistalegre III. Así han llamado los de Abascal con cierta guasa al congreso que celebrarán el 7 y 8 de marzo en el palacio de Vistalegre, tradicional escenario de los dos grandes debates organizativos de Podemos. Los ultras quieren que la cita, de caracter ordinario, sirva para mostrar músculo tras conseguir ser tercera fuerza en el Congreso. Para ello han escogido un recinto que tiene capacidad para más de 15.000 personas y que pretenden llenar el 8-M, Día Internacional de la Mujer, con un gran mitin en el que intervendrá Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, Javier Ortega Smith y Rocío Monasterio.

Elección naranja

Al fin de semana siguiente, serán los inscritos de Ciudadanos los que se reunan para tomar una decisión más compleja, elegir a Arrimadas, vista por muchos como la heredera natural de Albert Rivera, o impulsar a Igea, líder de la corriente crítica 'Ciudadanos eres tú' que pretende una descentralización del partido. Tras el descalabro electoral -pasaron de 57 a 10 diputados- y la dimisión de Rivera, los liberales tienen por delante no solo votación para aupar a la futura dirección estatal sino para fijar el modelo organizativo que deseen.

Reelección morada

Iglesias será el último que se presente ante sus bases. Tras entrar en el Gobierno como vicepresidente segundo, el jefe de los morados convocará el sábado 21 a sus militantes en la plaza de toros de Leganés para, a buen seguro, ser reelegido secretario general de Podemos. El encuentro servirá de termómetro para valorar los apoyos ciudadanos ahora que forman parte del Consejo de Ministros y han sacado adelante sus primeras medidas.