Los expresidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar han mostrado sus discrepancias sobre la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat constituida este miércoles, ya que mientras para el primero ha sido solo una "performance" para el segundo es un hecho "devastador".

En el debate inaugural del I Congreso Nacional de la Sociedad Civil 'Repensar España', en Madrid, González ha considerado que en la reunión de este miércoles "no pasó nada formalmente" y tampoco pasará en el próximo encuentro, sino que se trata de una "performance" para lo que viene con las elecciones catalanas y la división del independentismo.

González tiene claro que "no hay espacio para la amnistía ni la autodeterminación" y ha advertido de que si a alguien se le ocurre reformar la Constitución para darle cabida a esta última figura él hará "campaña en contra" y votará en contra.

Sin embargo, para Aznar el encuentro tiene "graves consecuencias", aunque no se haya producido ningún acuerdo, porque es "devastador" para el sistema institucional español el hecho de que se haya producido una reunión bilateral y que haya sido, además en la Moncloa, porque "las formas son esenciales".

Aznar ha dicho sentirse "ciertamente angustiado" por la situación que se vive actualmente en España porque "es difícil encontrar un país que le da la llave de su gobernabilidad a alguien que está en prisión condenado por sedición", en referencia al líder de ERC, Oriol Junqueras.

Y se ha dirigido a González para decirle, sobre esta mesa de diálogo: "Yo no lo hubiera hecho y tú tampoco", a lo que el expresidente socialista ha replicado que hay "tantas cosas" que él no hubiera hecho y ha apelado a no dejarse llevar a los extremos del "bibloquismo dominante".

Penalizar "la deslealtad institucional"

En lo que sí han coincidido ambos es en que si se llega a producir una reforma de la Constitución tendría que "penalizar políticamente en serio" la deslealtad institucional, en palabras de González.

El expresidente socialista ha asegurado que quiere "desdramatizar" la mesa de diálogo "no por falta de preocupación", aunque ha aclarado que lo que le preocupa "es el fondo, no que se dialogue", ya que una parte importante de los aspectos a tratar también estuvieron en discusión entre Mariano Rajoy y Artur Mas.

También ha recordado que la propia FAES, la fundación que preside Aznar, hizo una ponencia sobre la necesidad de "repensar" los delitos de rebelión y sedición y reformar el Código Penal, una reforma que ha planteado el Gobierno y que González ve algo "tan necesario como inoportuno".

Por su parte, Aznar ha advertido que "el pacto de lealtad a la Contitución ha sido roto" y cree que esta situación será "duradera" porque reestablecer los mimbres comunes "va a costar trabajo", tras lo que ha apostillado que si hacen falta voluntarios para recuperar esta cohesión en el Estado él se ofrece como voluntario.

González, quien también ha apelado a recuperar esta cohesión, no ve la situación de España tan crítica, porque cree que es un país "resiliente", pero sí ha alertado de que para recuperar la estabilidad es necesario "quitarse el cuchillo de la boca".